Vítor Roque, la nueva joya de Brasil con la que sueña el FC Barcelona
El crack de 18 años arma las valijas para deslumbrar en Europa luego de romperla en Atlético Paranaense.
La vida deportiva de Vitor Roque tiene apenas un puñado de años y varias emociones condensadas. El incipiente crack con el que se ilusiona todo Brasil no para de crecer, la rompe en Atlético Paranaense y ahora es el primer apuntado del FC Barcelona para sumarlo en el verano europeo.
Mucho antes de que lo persigan los medios y se hable de ventas millonarias, Vitor Roque tuvo un inicio en el humilde América Mineiro, club que tenía cerca de casa, en ese pequeño pueblo llamado Timoteo de 8 mil habitantes. De chico se crió con una pelota entre los pies y soñó con ser algún día como Ronaldo, su ídolo al que intentó imitar en cada uno de sus movimientos.
Siendo apenas un niño tuvo su primer conflicto, algo que ningún jugador de esa edad quiere afrontar. Uno cuando es chico quiere jugar a la pelota y no tener que mediar con cláusulas, intermediarios o representantes, pero empezó a curtirse desde temprano: Cruzeiro se lo llevó ofreciéndole un contrato de juvenil con apenas 12 años y su club de origen llevó el caso a la justicia. Tras varias mediaciones hubo acuerdo: 65% de derechos de formación para el gigante de Belo Horizonte y 35% para el club que lo vio nacer.
El ascenso fue meteórico, tuvo su bautismo con solo 16 años en el primer equipo ante Botafogo y su entrenador, Vanderlei Luxemburgo, lo expuso con eso de que "No aguantó el ritmo del partido" pero luego intentó maquillarlo con palabras de elogios para su debut. Solo jugó 16 partidos oficiales y anotó 6 goles antes que Atlético Paranaense pagara 5 millones y le hiciera un contrato de cinco años.
Vitor Roque se cansó de romperla en ese arranque furioso y Brasil empezó a mirarlo como el nuevo Neymar, en esa costumbre que tienen todos de querer encontrarle herederos a las leyendas: 47 partidos y 11 goles a nivel de clubes y un andar en las Selecciones juveniles de Brasil demoledor.
La cita Sub 20 de Bogotá fue su primera gran puesta en escena. Como Neymar en 2011 pero 12 años después, Vitor Roque se convirtió en goleador del certamen continental y en la principal figura del Brasil campeón Sudamericano. Seis tantos en once partidos y un talento que empezó a llamar la atención de los colosos europeos. Fue tal su explosión que su club decidió no prestarlo para el Mundial de la categoría en Argentina.
De regreso a Atlético Paranaense sus números explotaron y tiene en la actual campaña un gol cada dos partidos en cada competencia: hizo tres tantos en los seis juegos de la primera fase de Copa Libertadores y otros seis en doce encuentros por el Brasileirao.
En el club saben que su partida será inminente y por eso lo disfrutan lo máximo posible. Es más, su doblete ante Alianza Lima puede haber marcado su última exhibición antes de subirse a un avión con destino a España.
Barcelona ya le puso el ojo y no quiere que Real Madrid se vuelva a llevar a otra joya de Brasil como pasó con Vinicius, Endrick o Rodrygo. En el Culé piensan en un contrato hasta 2029, pagando 35 millones más diez en variables y una cláusula de ¡mil millones de euros!. Hay un problema en todo esto y se llama Fair Play Financiero por lo que puede existir una cesión para que termine el año en su actual club.
El escenario a futuro pensando en las posibilidades de Barcelona le abre una oportunidad enorme: Xavi Hernández juega con un nueve de área (Robert Lewandowski) y dos extremos, posición que a Vitor Roque le cae como anillo al dedo. Antes, claro, habrá que pensar en un lógico proceso de adaptación para sus precoces 18 años que acompañe a su talento en plena ebullición. Europa, otra vez ante el inminente disfrute del nuevo crack que se viene.