Imperdonable: Messi se fue al vestuario y Gabriel Jesus se burló de él
El delantero de Brasil hizo el número dos con su mano, recordando el partido suspendido durante la pandemia e insinuando que Argentina "abandonaba" otra vez.
Durante el bochorno que se vivió en la previa del Brasil - Argentina, Gabriel Jesús tuvo un gesto totalmente reprochable cuando los futbolistas campeones del mundo, al mando de su capitán Lionel Messi, decidieron abandonar el campo de juego por la violencia extrema en el accionar de la policía militar contra los hinchas albicelestes.
El delantero del Arsenal, una vez que el combinado visitante se metió por el túnel hacia el vestuario, se burló haciendo con los dedos de la mano el número dos. La intención del atacante de 26 años fue recordar el partido por las Eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022, el 5 de septiembre del 2021.
En aquella ocasión, en el estadio Arena Corinthians de San Pablo, a los 5 minutos de juego ingresaron funcionarios sanitarios del país carioca a suspender el partido argumentando que los jugadores argentinos que provenían de la Premier League de Inglaterra no podían ingresar a Brasil, en el contexto de cuarentena y pandemia. El partido se suspendió y nunca más se jugó. La referencia de Gabriel Jesús fue que era la segunda vez que Argentina "abandonaba" en Brasil.
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En la previa de Brasil - Argentina, por la 6° fecha de las Eliminatorias Sudamericanas, se desató un escándalo de proporciones épicas pocas veces visto. El Superclásico del fútbol mundial se vivió con mucha tensión durante los himnos y, segundos antes de comenzar el encuentro, la violencia ganó terreno en el sector de las tribunas del Estadio Maracaná donde estaban los hinchas argentinos.
Allí, entre la policía militar y los torcedores locales, agredieron con notable violencia a la parcialidad visitante. Los jugadores argentinos intentaron intervenir pero, al no conseguirlo, Messi dio la orden de retirarse a los vestuarios.
Tras la represión, y cuando los ánimos se calmaron, el plantel de Lionel Scaloni regresó al campo de juego y el partido se disputó con normalidad, aunque con una vehemencia descomunal.