La vida sin Di María: Nico González no es la solución
El delantero de Fiorentina dejó pasar otra oportunidad con un flojo rendimiento ante Paraguay. ¿Quién tiene que ser el tercer mosquetero?
Argentina le ganó 1 a 0 a Paraguay y sigue con puntaje soñado en este inicio de Eliminatorias Sudamericanas. La mínima diferencia pudo ser mayor pero la ineficacia ofensiva que mostró el equipo de Lionel Scaloni no lo hizo posible. Nico González y Lautaro Martínez volvieron a tener bajos rendimientos y el entrenador sigue sin poder sentenciar el tercer integrante del tridente de ataque.
Con toda la tropa a disposición, el equipo titular tiene diez apellidos confirmados. De corrido y sin soplar: Martínez, Molina, Romero, Otamendi, Tagliafico, De Paul, Fernández, Mac Allister, Messi y Di María. El puesto de nueve es una firme pulseada entre Julián y Lautaro mientras que Nico González sigue siendo un gris interminable.
El delantero de la Fiorentina volvió a dejar pasar una oportunidad de ganarse un puesto que necesitará recambio en el corto plazo. El extremo por izquierda, lugar reservado hasta que Di María quiera, quedará vacante una vez que Fideo dé las hurras y González está lejos de hacer méritos para asegurárselo.
Scaloni confía a ciegas en sus condiciones y lo ha citado cada vez que ha estado disponible (el Mundial se lo perdió por lesión). Cómo será la confianza del entrenador que lo hizo debutar y le dio minutos en 27 partidos oficiales con 25 años.
Sin embargo, por sus formas no termina de encajar en ese ataque. Está claro que González no es (ni será) Di María pero tampoco hace méritos para asemejarse. Ante la Albirroja estuvo errático, impreciso y falto de confianza. Apenas un disparo al arco en el segundo tiempo (clarísimo), entrando por la izquierda del ataque que se fue cruzado y ancho.
A contramano del partido, tuvo diez pérdidas de pelota, un número exorbitante, y quedó dos veces enganchado en offisde. El otro dato bajo es la cantidad de veces que entró en contacto con la pelota: apenas 45 toques en 89 minutos.
Lo de la pérdida de pelotas en una zona crucial del campo empieza a ser una constante: con Bolivia tocó 40 pelotas en total y perdió 9, mientras que con Ecuador fueron 7 pérdidas en 35 contactos.
Pensando en una vida post olimpo, cuando toque enfrentar el adiós de Messi y Di María, imaginar a Nico González como fija es difícil. No ha tenido, hasta hoy, un rendimiento que lo respalde y las chances en un equipo campeón del mundo al que le desbordan las ofertas son finitas.
La renovación ofensiva tendrá al tándem Lautaro Martínez-Julián Álvarez como bandera y de atrás viene pidiendo pista Alejandro Garnacho. Por sus características, la banda izquierda le sienta como anillo al dedo: rápido, encarador y atrevido, el pibito de 19 años asoma con la pasta de crack de los distintos. Hasta el momento, los 51 minutos que acumula en sus tres partidos oficiales que lo blindaron para Argentina no son una muestra de tiempo suficiente para poder realizar ningún tipo de análisis pero invita a la ilusión.
Mientras tanto, la apuesta parecer que seguirá siendo Nico González: un jugador internacional que no tiene hasta ahora el rótulo de elite que hace falta para hipotecarse en un seleccionado campeón del mundo.