El punto débil de la Selección Argentina que costará remediar...
El entrenador argentino tiene trabajo para semifinales
La Selección Argentina se encontró con un rival complicadísimo que lo hizo sufrir como no lo hacía desde Qatar. El equipo nacional jugó un partido para el olvido y encima, Lionel Messi, su emblema, tuvo una de las perores noches de su larga historia en el equipo.
Una vez más, Emiliano Martínez salvó las papas. Como contra Países Bajos, Francia en el Mundial y más atrás como ante Colombia en la Copa America 2021. Es un monstruo sin igual y para eso está. "No estaba preparado para volverme a casa tan rápido", explicó el Dibu tras el partido en Houston por los cuartos de final de la Copa America de los Estados Unidos.
El conjunto de Lionel Scaloni fue superado, como hacía mucho tiempo no pasaba, por un equipo de buen pie, con solvencia defensiva pero, sobre todo, de una superioridad física sustancial.
Y es aquí el punto en el que el cuerpo técnico deberá trabajar de cara al choque por semifinales en Nueva Jersey. Pero no es fácil. La cuestión física viene siendo un problema en la Argentina, no solo por las lesiones que acogen al equipo, sino por un cansancio notorio y progresivo de varios jugadores que será muy complicado revertir.
La finalización de la temporada en Europa y el pronto inicio de la Copa América ha hecho mella en algunos futbolistas. Con Canadá en Atlanta, el equipo fue superado desde lo físico, cuestión que no ocurrió luego frente a Chile y Perú, aunque nunca tuvo la velocidad y la explosión que lo llevó a ganar títulos.
Los ecuatorianos planificaron un partido de rose, basado en el juego físico y el plan casi les sale a la perfección. De hecho, el pitazo final del uruguayo Andrés Matonte le cayó mejor a la Argentina que a Ecuador, que parecía se venía como una tromba sobre la magnitud del Dibu.
Scaloni tendrá varios días para tratar de corregir cuestiones tácticas o de nombres propios, aunque este aspecto negativo seguramente será de una notable preocupación teniendo en cuenta que la solución no llegará con trabajo a corto plazo. El tema físico es el gran problema del equipo argentino y ahora, al menos en los dos partidos que le quedan al campeón del mundo, deberá resolverlo con otras armas, desde el juego y la actitud. Tiene con qué para hacerlo.