Galtier sacó a Messi nuevamente y el Parque de los Príncipes habló
Lionel Messi volvió a salir sobre el final en el encuentro ante Juventus por Champions y el Parque de los Príncipes se vino abajo con una gran ovación para el rosarino.
El ciclo de Christophe Galtier ha comenzado con una situación que se está tornando habitual: sacar a Lionel Messi sobre el final de los encuentros. El técnico francés lo había hecho ante Mónaco y Toulouse, y repitió su decisión en el duro encuentro por Champions League ante Juventus. Leo sale con cara de pocos amigos cada vez que su número aparece en el cartel, por lo que los aficionados del PSG decidieron levantar su ánimo con una gran ovación durante su última caminata al banco. ¿Mensaje para Galtier?
En el 87 ante Mónaco, un rato antes frente a Toulouse y en el duelo con Juventus corría el minuto 84 cuando Christophe Galtier decidió mandar al campo al español Carlos Soler por Lionel Messi.
Debemos remontarnos a octubre del 2014, hace casi ocho años, para encontrar la última vez que Leo había salido sustituido en un encuentro correspondiente a la Champions League. Por aquel entonces vestía la camiseta del FC Barcelona y salió en el minuto 66 por Munir El Haddadi, en un encuentro correspondiente a la fase de grupos de aquella edición, en la que los Culé vencieron al Ajax por 3-1.
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Pep Guardiola, considerado por muchos como el ´Gran maestro de Leo´, dejó en claro años atrás que a ´Messi no hay que sacarlo nunca´ : "A Leo hay que hablarle poco, blindarlo en el equipo con compañeros que le hagan el trabajo más sencillo, escuchar muy bien lo poco que dice y no olvidar que no hay que sacarlo nunca del campo, ni siquiera al final para que sea ovacionado".
Palabras con las que parece no estar muy de acuerdo Christophe Galtier, que de los últimos cuatro encuentros del PSG, decidió reemplazarlo en tres. Los aficionados del París entienden a la perfección que la decisión del francés no está cayendo muy bien a Lionel Messi, por lo que decidieron acompañar el camino del argentino al banco con una brutal ovación.