La realeza contra la opulencia: hagan sus apuestas
Nueva columna del periodista argentino Ariel Senosiain sobre la semifinal de la Champions League entre el Real Madrid y Manchester City.
La Champions siempre se la rebusca. Incluso cuando dejó de tener un futbolista icónico (Messi, Mbappé, Cristiano) entre los equipos que decidirán el título, nunca deja de ser el torneo de clubes por excelencia. Es la copa que más atrae, la que más engancha en el mundo entero. El cruce de semifinalistas lo ratifica.
Hace unos meses, pocos imaginaban un Inter-Milan entre una de las llaves decisivas. Se trata de la ratificación de que la liga italiana mejoró en los últimos años y, también, de que el azar al momento de los choques previos es clave para las aspiraciones. Inter eliminó con la facilidad que se preveía a Benfica, mientras que Milan usufructuó que el Napoli llega al final de la temporada apenas con la fuerza suficiente como para aprovechar la ventaja que lleva en el torneo.
Si un clásico promete una semi histórica, también le sobra interés a la otra. Difícil encontrar tantos condimentos para un partido de fútbol. El Madrid contra el City, el club del siglo versus el fortalecido en base a la chequera qatarí, la Casa Blanca versus el Ettihad Stadium como una forma de exponer las diferencias entre la realeza y la opulencia. Claro, ambos tienen parte de lo que tiene el rival: el Real suele hacer contrataciones multimillonarias y sigue deseando a Kylian Mbappé, el futbolista más caro del mundo.
También se dará el choque de dos maneras distintas de encarar el juego. Si el propio Carlo Ancelotti se describe como un técnico que se ocupa sobre todo de lo defensivo y de armar un sistema donde las individualidades se luzcan, Guardiola se caracteriza por formar equipos que demuestren lo ensayado. Pep está lejos del que muchos creen que es: un entrenador que les dice a los suyos "salgan y jueguen". Hablamos de alguien capaz de pasar horas hasta encontrar un detalle táctico desde el que uno de sus jugadores pueda explotar. Es decir, pese a las etiquetas antiguas que dominan por ejemplo los debates en la Argentina, Ancelotti está más cerca de ser un técnico conceptualista, más allá de provenir del fútbol italiano, y Guardiola, el catalán que conocimos como técnico por disponer de los mejores jugadores de una era, tiene características de técnico tacticista.
En la mezcla está la gracia. Modric, Benzema y compañía son parte de un equipo con funciones claras, una estructura concreta donde Vinicius rompe lo establecido. Así como De Bruyne, Bernardo Silva y compañeros integran un coro que, igualmente, a veces necesita el gol de Haaland, decisivo por naturaleza.
Hace treinta años Real Madrid ya era lo que es. En todo caso, aprovechó este tiempo para seguir agrandando su mística. En esa época, fines de siglo pasado, el Manchester City era el segundo club de su ciudad. Hoy, al United le cuesta y su rival busca la ansiada Champions. A esta altura la merece. Pero quién podría decir que las leyendas blancas no son favoritas. Se vienen semifinales de las cuales todos hablaremos. Y nadie dejará de ver.