Opinión: Gianluca Lapadula, el jugador más sobrevalorado del Perú
El análisis del jugador aclamado por ponerse un poncho.
Criticar a Gianluca Lapadula es ser un apóstol apócrifo de la fanaticada peruana. Si revisamos su historial de noticias encontraremos artículos intrascendentes como "Gianluca regaló abrazos a la gente", "Así baila Lapadula", "Lapadula posa con un poncho y un chullo", pero poco hallaremos a cerca de la productividad y cifras en crudo del "letal" delantero nacional.
Esto delata un aspecto triste de la hinchada peruana, la falta de ídolos los hace construir fetiches entorno a personajes que no tienen los méritos o hazañas suficientes para entrar a ese Olimpo.
El delantero ítalo peruano ha sido un jugador de "mil equipos". Nunca llegó a establecerse en uno y ha tenido presencia en un surtido enorme de conjuntos del fútbol italiano. Prácticamente, el jugador tiene un equipo por año: Juventus, Treviso, Pro Vercelli, Ivrea, Parma sub-19, Atlético Roma, etc.
Durante el 2016 el jugador tuvo un año clave, el Pescara lo compró como agente libre y con 25 años hizo una temporada de ensueño. En 46 partidos anotó 30 goles y regaló 12 asistencias. Cuando terminó la temporada, quizás, Lapadula cometió un error. Se fue al AC Milan y evitó así consolidar su nombre en un club.
En el Milan inició la decadencia del jugador, anotó 8 goles en 29 partidos y el delantero volvió a sus andadas, lo prestaron al Génova y Lecce. Los genoveses lo compraron para revenderlo al Benevento durante el 2020. Si no cambio de equipo hasta el presente año es por los impedimentos económicos del COVID-19, pero ahora que la normalidad parece haber vuelto, ya prepara su cambio de equipo. Todo este proceso le hizo perder el 75% de su valor y ahora cuesta 2.5 millones de euros.
Lapadula ha sido un "One season man" y hasta a nivel de selección no ha sido constante. El jugador debutó con la Azzurra y cuando notó que no tenía espacio, decidió jugar por Perú. Ahora revisemos cómo funcionó el italiano en la selección inca. El jugador ha sido inconstante respecto a los goles, en 22 partidos, ha anotado 8 tantos.
Su promedio es de 0.36 tantos por partido y si notamos a quienes les ha anotado, nos daremos cuenta que han sido rivales a los cuales Perú estaba obligado a ganar como Paraguay, Venezuela y Bolivia. Fuera de estas selecciones, el jugador solo le ha anotado a Colombia en un partido que terminó en derrota y a Ecuador, en un empate.
Cuando Lapadula tuvo rivales de peso al frente como Chile, Argentina o Uruguay, realizó sus peores partidos. Así lo documenta Sofascore, sus puntuaciones ante estos rivales han sido las peores. Inclusive, cuando Perú logro vencer al bicampeón de América y a Colombia, su aporte fue nulo.
Lapadula ha sido víctima de los medios de prensa peruana que lo han inflado a más no poder. Correr detrás de la pelota no es mostrar cariño a la camiseta y tener compromiso es lo mínimo que debe poseer un jugador profesional de fútbol, alabar a un sujeto por esto solo ocasionará grandes decepciones porque cuando las papas queman, este jugador pasa desapercibido, por ejemplo ante Australia en el repechaje.
El italiano es un jugador que destaca en segunda división y que ha reflejado falta de decisión y constancia en toda su carrera. Su mejor rendimiento lo muestra cuando la presión es escasa como en la B o ante rivales flojos. ¿Es el delantero que necesita una selección como Perú? ¿Justifican 8 goles idolatrarlo como una de los máximos representantes del balompié nacional?
No hay que olvidar que para la prensa es un tabú hablar de los 6 familiares que inscribió en el avión de la FPF rumbo a Qatar 2022, porque así es señores, Gianluca Lapadula es un dios intocable al que hay que hacerse tonto, ciego, sordo y mudo para analizar. El cuento mediático entorno a él es un circo que no debe acabar, los empresarios que lucran de su nombre se irían en picada, hasta le han sacado un libro. Lo grato de estas historias es que no dejan moralejas, en Perú basta con ponerse un chullo, un poncho y alabar su comida para ser aclamado por las masas.
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