Sporting Cristal y la trinidad maldita: Día triste, juego triste y resultado triste
Otra noche negra de un equipo peruano en Sudamérica.
José José rezaba en su canción "El Triste": Hoy quiero saborear mi dolor, no pido compasión ni piedad. Hoy Cristal podría resumirse en ese pequeño extracto del gran cantautor mexicano. El fútbol peruano se desangra a nivel internacional y pareciese que los supuestos "Grandes del fútbol peruano" no lo son fuera de las fronteras.
En un día triste para la reputación democrática del Perú, el partido no contaba con las garantías para jugarse hasta horas de la tarde cuando el presidente Pedro Castillo desistió en continuar con su decreto de inmovilización social obligatoria tras observar como la población se rebelaba ante la autoridad. En una tarde impotente para la nación peruana, Cristal partía al Nacional con, quizás, la motivación de brindar una noche memorable a una nación de luto por sus muertos en las protestas.
Lo cierto es que ningún equipo peruano llega con el cartel de favorito a una competición internacional. Bruno Henrique y Matheuzinho se encargaron de colocar dos "pepas" para ablandar a un Sporting Cristal que poco pudo hacer ante el poderío del subcampeón de América.
Los errores en defensa del equipo de Roberto Mosquera facilitaron la labor de los delanteros de Flamengo. Alejandro Duarte hizo lo que pudo ante las pocas pero efectivas llegadas del Mengao. Johan Madrid no pudo tener una noche más lamentable con 23 balones perdidos. Gianfranco Chávez intentó salvar el espectáculo de pérdidas de Madrid, sin dudas fue el bombero de los rimenses. Omar Merlo y Nilson Loyola no tuvieron una actuación trascendente. Gabriel Barbosa, Andreas Pereira y Bruno Henrique no mostraron su mejor fútbol pero si unas condiciones físicas demoledoras para un fútbol lento como el peruano.
El mediocampo de los celestes se veía dominado por William Arao que robó 9 pelotas y repartió de manera efectiva sus pases. Mientras tanto, la delantera de Cristal solo tuvo a Irven Ávila como principal arma de ataque. El delantero luchaba solo contra el mundo ante la gallardía de David Luiz. Cristopher Gonzalez a penas y tuvo oportunidades. Lo mejor de Cristal se pudo ver en el segundo tiempo pero cada pequeña tentativa era reprimida por Flamengo o el arquero Hugo Souza que tuvo 2 atajadas. El Mengao estuvo desconcentrado pero dio lo suficiente para ganarle a un equipo peruano.
Cristal tiene que trabajar la mentalidad en los partidos internacionales. La esterilidad y agotamiento mostrada por los jugadores rimenses son preocupantes, parece que la mentalidad de la derrota se ha enquistado en los equipos peruanos. Cuando el rival anota un gol, pareciese que el camino se hace más empinado porque a la vez los jugadores aparentan desgano e imposibilitan un desarrollo intenso del partido.
El proyecto de Sporting Cristal en teoría es de los mejores en Perú, pero aún no podemos ver los resultados en el plano internacional. Quizás se requiera de unos años más de paciencia pero mientras tanto solo queda realizar la crítica a planteamientos débiles que son fácilmente doblegados por los equipos internacionales. Y como rezaba la canción de José José, Cristal y su hinchada tendrá que seguir vociferando: "Qué triste todos dicen que soy".
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