El increíble trabajo de las inferiores del Bayer Leverkusen
Con un gran trabajo de formativas, el elenco alemán nutre al gigante del país y es una máquina de exportar al continente.
Bayer Leverkusen entendió que el proceso de juveniles es indispensable para el desarrollo y el futuro. Por eso, la inversión y la apuesta desde los dirigentes desde 2000 al presente ha sido prioridad para la institución y los resultados están a la vista.
Kurtekotten es La Masía de Bayer Leverkusen. El centro de entrenamientos que fundó el club a comienzo del milenio es ejemplo de un trabajo serio que se mantiene hace casi 25 años. Cuatro canchas y un gimnasio de primera generación fueron las amenities que marcaron diferencia con el resto y el lugar donde se forjaron varios jugadores que luego alimentaron al fútbol europeo.
Según el observatorio de CIES, su cantera es la segunda que más nutre a Europa en exportación de Alemania, solo por detrás del coloso Bayern Múnich. De hecho, el gigante del país es el primer club que recurre para reforzarse: Ballack, Kroos, Lucio, Ze Roberto y Emerson son algunos casos de los tantos que tiene esa lista.
La decisión que marcó un antes y un después en la política de inferiores se dio en 2014: los directivos consideraron que el equipo filial (Bayer Leverkusen II) era un gasto irrelevante que no llevaba a ningún lado y lo disolvieron. Así, toda la inversión se destinó a las inferiores, siendo las categorías U17 y U19 los pasos previos al plantel profesional.
Los talentos que hoy la rompen en diferentes colosos europeos que nacieron en las entrañas del club tienen nombres de peso. Sin dudas, que el caso emblemático y más reciente es el de Kai Havertz. El delantero es producto genuino 100% de Bayer Leverkusen donde la rompió. Tras 150 partidos y 46 goles, el atacante se convirtió en la venta histórica de la institución por 80 millones de euros a Chelsea.
Pero la joya ofensiva que ya se instaló en Alemania tiene otros casos como el arquero René Adler, Julian Brandt o Benjamin Henrichs, quienes son parte de un minucioso trabajo de formativas al que hay que agregar un ojo clínico para detectar talentos precoces en clubes menores; como ocurrió con Michael Ballack o futbolistas que no tienen lugar en plantillas estelares como fue el caso de Toni Kroos.
Lo que sigue siendo una deuda pendiente en el club tiene que ver con los logros deportivos, principalmente la Bundesliga. De aquella heroica final de Champions League con derrota ante Real Madrid en 2002 solo queda el recuerdo. Es su última gran definición, a la que hay que sumar una UEFA en 1987 y una Pokal en 1992. Su política dirigencial en torno a los objetivos parece estar demasiado clara. Los resultados están a la vista.
Ver más: Mbappé habló después de perder con el Milan y explotó