Estalló todo en Juventus: Pirlo lo borró del equipo y ni entrena...
Durísimo
En medio de la crisis sanitaria por la nueva crecida del coronavirus en Europa, Juventus se encontró con un escándalo brutal ya que Weston McKennie armó una fiesta clandestina en su casa, a la que asistieron Paulo Dybala y Arthur Melo. Tras las quejas de los vecinos, la policía llegó al lugar y se encontró con los futbolistas de la Juventus, por lo que el problema se agigantó automáticamente.
"Sé que en un momento tan difícil del mundo hubiera sido mejor no equivocarme con el COVID, pero me equivoqué al salir a cenar. No fue una fiesta, pero me equivoqué de todos modos y me disculpo", aseguró Dybala en su cuenta de Instagram, pero ya era tarde.
"Weston McKennie, Paulo Dybala y Arthur han sido multados, excluidos y suspendidos temporalmente por la Juventus. No jugará mañana en el partido de la Serie A contra el Torino después de asistir a una fiesta sin respetar las restricciones de COVID en la casa del centrocampista estadounidense", informó Sky Sports.
El medio italiano, Corriere della Sera, habló con el vecino que llamó a la policía y echó más leña al fuego: "Salí a pasear al perro a eso de las 22.30 horas. Había una fila de coches, un grupo de personas, sin mascarillas, reunidos en la puerta. Había Mercedes, muchos Jepps y luego llegaron varios taxis con chicas jóvenes a bordo. Como no se permiten cenas con amigos y el toque de queda ya había comenzado, decidí avisar a la policía. Ser futbolista famoso no te da derecho a estar por encima de la ley".
Lo cierto es que ahora Paulo Dybala tiene los días contados en Juventus. El argentino, que estaba en una tensa relación con la directiva, terminó de dinamitar su futuro en el club italiano, que pediría apenas 35 millones de euros por el traspaso.
Arsenal y Tottenham se posicionan como los clubes más cercanos a quedarse con el 10 de la Juventus, que volvió a dar un paso en falso.