Fue albañil y FC Barcelona lo descartó: quiere hacer historia con Osasuna
Chimy Ávila tiene una dura historia de vida y el fútbol le da revancha. Pieza clave de Osasuna quiere dejar su huella en Pamplona.
El fútbol no es la vida, pero se le parece demasiado, tal como dice el escritor argentino Eduardo Sacheri. Con momentos duros y difíciles, muchas veces la pendiente se pone cuesta arriba.
Chimy Ávila es un fiel reflejo de esta definición. El delantero que hoy goza de un presente auspicioso tiene un duro pasado donde pasó momentos a los que tuvo que sobreponerse para no quedar en el camino.
Su primera mancha se dio en 2013 cuando lo echaron de Tiro Federal de Rosario mientras hacía inferiores por robarle al propio club junto con un grupo de jugadores, lo que le valió un lío en la Justicia.
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Trabajó como albañil, teniendo que hacer 30 kilómetros por día en bicicleta para poder ganar unos pocos pesos y mantener a su familia. A su hija la internaron por una grave enfermedad que puso en riesgo su vida. Estaba retirado siendo un adolescente, pero Futbolistas Agremiados le mantuvo la cobertura para poder hacerle frente a los gastos del hospital.
Su cabeza explotó viendo un partido por televisión, entendiendo que había hecho todo para dejar el tren del fútbol. Su esposa prometió ayudarlo y volvió al ruedo.
San Lorenzo lo rescató de las sombras.
San Lorenzo lo rescató del ostracismo y le dio un lugar en el fútbol, pero más importante que eso: lo insertó en una sociedad que lo había marginado por sus continuos errores.
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En el Ciclón era suplente, pero un convenio del club con Huesca de España terminaron cambiando su vida. Se mudó al ascenso europeo para intentar ganar continuidad y fue un pleno: marcó 10 goles en 34 partidos y Osasuna se lo llevó por 3 millones de euros.
En Huesca dio su primera gran versión europea.
En Pamplona se convirtió en amo y señor. Con más de 120 partidos sobre sus espaldas, el 9 es el mimado de la afición. Es más, Barcelona lo siguió de cerca para sumarlo a sus filas, pero una grave lesión de rodilla terminaron con la esperanza del pase de su vida.
Ahora, quiere hacer historia con el club que es su segunda casa. Este miércoles afrontará las semifinales de Supercopa de España, justamente, ante Barcelona en Arabia Saudí. El delantero sabe muy bien que está a solo dos pasos de ser campeón y darle el primer título de su vida a Osasuna. Una manera de devolverle tanta confianza.
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