El Barcelona quería ficharlo, pero Flick lo rechazó: No lo quería

El Barcelona quería ficharlo, pero Flick lo rechazó: No lo quería

El Barcelona quería ficharlo, pero Flick lo rechazó: No lo quería.

Lunes 4 Nov 2024

Alexander Isak, delantero sueco del Newcastle United, se había convertido en uno de los nombres más atractivos para el FC Barcelona en su búsqueda de un relevo para Robert Lewandowski. El atacante polaco, una de las piezas clave del equipo en los últimos años, cumplirá 38 años al finalizar su contrato en 2026, y la dirección deportiva del Barça ha comenzado a explorar alternativas para asegurar la continuidad de un ataque fuerte y renovado. Isak, quien ya llamó la atención del club durante su etapa en la Real Sociedad, ha vuelto a despertar el interés de los azulgranas en las últimas semanas, quienes lo ven como una posible incorporación que ofrecería versatilidad y juventud a su delantera.

La temporada de Isak en el Newcastle ha tenido un inicio irregular, pero en los últimos encuentros ha dado señales de una recuperación notable. En sus recientes enfrentamientos contra Chelsea y Arsenal en la Premier League, Isak ha conseguido marcar, lo que parece indicar una recuperación de su mejor forma física y futbolística. Sin embargo, detrás de su rendimiento sobresale un descontento que podría llevarlo a buscar nuevos horizontes en el próximo mercado de verano. El sueco no estaría del todo satisfecho con su situación en el Newcastle, por lo que podría estar abierto a escuchar ofertas de otros clubes, una oportunidad que el Barcelona estaría considerando aprovechar para reforzar su plantilla de cara al futuro.

El Barcelona quería ficharlo, pero Flick lo rechazó: No lo quería

No obstante, a pesar de este panorama, Hansi Flick, técnico del Barça, habría descartado finalmente la incorporación de Isak a la plantilla. Según el medio 'El Nacional.cat', Flick sostiene dudas sobre la capacidad de Isak para rendir consistentemente en el alto nivel que requiere el club catalán. El técnico alemán considera que el delantero sueco es un jugador con un rendimiento irregular, y que sus cifras no son suficientes para garantizar la capacidad goleadora que el equipo necesita para competir en los principales torneos europeos. En la temporada actual, Isak acumula únicamente 4 goles y 1 asistencia en 10 partidos, un registro que se queda muy por debajo de los números de Lewandowski, quien lleva 17 goles y 2 asistencias en 15 encuentros, estableciendo un nivel de rendimiento que no parece fácil de igualar.

Además, otro de los factores que han pesado en la decisión de Flick es el alto costo que implicaría la incorporación de Isak. Newcastle United pagó 70 millones de euros a la Real Sociedad por su traspaso, y actualmente el delantero sueco está valorado en 75 millones de euros según las estimaciones de 'Transfermarkt'. Un traspaso de esa magnitud representaría una inversión significativa para el Barça, y el club, dadas sus limitaciones financieras, busca optimizar sus recursos en jugadores que brinden mayores garantías. Por esta razón, Flick ha solicitado a la dirección deportiva que enfoque sus esfuerzos en otros perfiles de delanteros, cuyos rendimientos y precios se alineen mejor con las necesidades del equipo.

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En este sentido, el Barça ha puesto el foco en otros nombres que podrían ofrecer un equilibrio entre talento y regularidad. Entre las opciones que se barajan están Viktor Gyökeres y Jonathan David, ambos delanteros que han demostrado una gran consistencia y proyección en sus respectivas ligas. A pesar de estas alternativas, el gran sueño de la directiva y en particular de Joan Laporta sigue siendo Erling Haaland, un jugador que representa la excelencia en la posición de delantero centro y que, de hacerse posible, aportaría al club un poder goleador sin precedentes.

La búsqueda de un sustituto para Lewandowski refleja la planificación a largo plazo del Barcelona y su intención de construir un equipo competitivo que mantenga el alto nivel en la delantera. La decisión de Flick de pasar página con respecto a Isak responde a una visión de futuro en la que cada incorporación debe cumplir con criterios de consistencia y rendimiento sostenido, asegurando así que el Barça pueda mantenerse entre los mejores clubes de Europa.

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