Hace cuatro años jugaba en la C de Italia y ahora debutó en la Euro
Hace cuatro años jugaba en la C de Italia y ahora debutó en la Euro con la seelcción.
Mirando la lista de convocados de Italia hay un nombre que destaca por su longitud y exotismo: Michael Ijemuan Folorunsho (Roma, 1998), de ascendencia nigeriana. Su historia es peculiar. Ha pasado de no participar en la Copa de África a ser seleccionado para la Eurocopa. "Quería jugar la AFCON (la Copa de África). Le escribí al seleccionador (José Peseiro), pero no me respondió. Finalmente, hablé con él por teléfono y me prometió que me llamaría, pero los días pasaron y nunca lo hizo", contó su entorno a 'OwnGoalNigeria.com'.
Luciano Spalletti, quien ya lo había convocado en marzo, lo incluyó en la lista definitiva de 26 jugadores... sin haber debutado aún con Italia. Sin embargo, en el primer partido de la Eurocopa contra Albania, lo utilizó en los minutos finales para ayudar a mantener el marcador de 2-1.
"Es una auténtica fuerza de la naturaleza. Aporta soluciones distintas desde el punto de vista físico [mide 1,90 metros], tiene un buen disparo desde fuera del área y es hábil en los remates de cabeza, algo crucial en estas competiciones en las jugadas a balón parado", afirma el entrenador de la 'Nazionale' sobre el polivalente jugador del Hellas Verona.
De la Lazio a la Tercera División
Este 'gigante' ha tenido un camino difícil para hacerse un lugar en el 'calcio'. Pasó de brillar en la cantera bajo la dirección de Simone Inzaghi y ser convocado por la Lazio para un partido de la 'Coppa' contra el Inter en 2017, a jugar en la Tercera División. "Pensé que ya había llegado a la cima, pero me di cuenta de que estaba soñando. No estaba preparado para dar el salto y encontré un mundo completamente diferente en la Serie C", admite.
Gaetano D'Agostino le hizo ver la realidad. "Era un poco un 'caballo desbocado', pero rápidamente vi en él un gran potencial. Una vez le dije: '¿Qué quieres, quedarte en la Serie C para siempre? Si no llegas a la Serie A, discúlpame, pero serías un imbécil", recuerda su exentrenador en la Virtus Francavilla para 'Gianluca di Marzio'.
Su buen rendimiento -marcó siete goles en 31 partidos- llevó al Nápoles a pagar un millón de euros por él en 2019. No consiguió consolidarse con Ancelotti, ni con Gattuso... ni con el mismo Spalletti y comenzó una serie de cesiones que lo llevaron a jugar en Bari, Reggina, Pordenone y Hellas Verona.
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Marco Baroni, con quien coincidió en Reggina y Hellas Verona, fue quien lo rescató de estos 'infiernos'. "Cambié mi carrera gracias a él. Me abrió la mente. Antes de conocerlo, pensaba que solo podía jugar como interior, pero me hizo ver que puedo desempeñar diferentes roles, que la posición no es tan importante. Si es necesario, jugaría hasta de portero", afirma al referirse al nuevo entrenador de la Lazio.
Así es. Esta temporada, en el Hellas Verona, ha jugado como mediocentro, interior, mediapunta, por banda, segundo delantero y hasta de 'falso 9'... Sus cinco goles en 34 partidos -con especial mención al que marcó contra la Juve- han sido cruciales para evitar el descenso.
Por eso, su celebración -cubriéndose la cara con una mano y apuntando con la otra como una pistola- se ha vuelto viral. "Mi mejor amigo me sugirió que debía inventarme algo único para celebrar los goles y la 'Folo Mask' (Máscara de Folo) reúne aspectos de las personas más importantes de mi vida", dice Folorunsho, quien ha sido descrito como un "Guarín con más piernas". Solo esperamos que contra España no tenga que sacar su máscara a relucir...