Messi furioso: les pide 50 mil euros y ellos no le quieren pagar
Messi furioso: les pide 50 mil euros y ellos no le quieren pagar.
Las imágenes del vandalismo a la casa de Lionel Messi en Ibiza, España, recorrieron el mundo, generando indignación y una avalancha de críticas hacia los activistas climáticos responsables. La casa, una fortaleza en un terreno frente a acantilados, fue atacada con témpera soluble, lo que provocó reacciones como "¿Qué culpa tiene Messi del cambio climático? ¡Con Messi, no!". Esta acción desencadenó un debate que involucró a la policía, la justicia, y un reclamo económico.
Después de pasar dos días detenidos, los activistas de Futuro Vegetal ahora consideran absurdo pagar los 50 mil euros que los abogados de Messi exigen por los daños, argumentando que la pintura se puede limpiar fácilmente. Bilbo Basatterra, uno de los responsables del ataque, asegura que la casa debería ser demolida, ya que carece de certificados de habitabilidad y que cualquier acusación de daños es inapropiada.
La acción en la casa de Messi no solo generó críticas, sino también interés de personas dispuestas a unirse a la causa climática. La noche del ataque, los activistas arrojaron pintura roja y negra sobre la fachada y se fotografiaron con una pancarta que decía: "Ayuda al planeta, cómete al rico, abolid la policía". La casa, situada en Cala Tarida, una zona exclusiva de España, fue el objetivo de la protesta para denunciar la "responsabilidad de los ricos" en la crisis climática.
Basatterra y su grupo planean continuar con acciones similares, mientras siguen recibiendo donaciones para financiar su causa. Al mismo tiempo, la organización Extinction Rebellion, compañera en la lucha, optó por un enfoque diferente, emitiendo un mensaje dirigido a Messi a través de redes sociales. En él, reconocen su labor filantrópica, pero le recuerdan que su estilo de vida, con mansiones vacías, jets y yates, contribuye significativamente al cambio climático.
Lo invitan a reflexionar y a utilizar su influencia y riqueza para apoyar la lucha contra la crisis climática, subrayando que, aunque sin querer, él es parte del problema, pero también puede ser parte de la solución si decide tomar acción. La carta concluye animándolo a usar su poder para el bien de la humanidad y apoyar a quienes luchan por un futuro mejor.