Nació en Bélgica, lo comparan con Busquets y se lo pelean Barcelona y Manchester United
Arthur Vermeeren es por condiciones y formas, la nueva joya belga que ya suena en los dos colosos europeos.
Cuando Pedri se lesionó, aparecieron varios nombres como posibles sucesores, pero hubo uno que fue realmente llamativo. Automáticamente, hubo que acudir a Google para ver quién era ese apellido que no sonaba familiar en la escena del fútbol mundial. Arthur Vermeeren es uno de los apuntados, no solo por Barcelona, también por Manchester United. Por sus condiciones, sus formas y características físicas, automáticamente aparece la comparación, salvando las distancias, con Sergio Busquets.
El mediocentro tiene apenas 18 años y mide 180 cm. Es fino y elegante a la hora de jugar, más cercano a un pivot de buen pie y primer pase que a un perro de caza. Por eso Xavi Hernández ve futuro en él: se adapta al estilo Culé y porque además no tiene otro jugador en ese puesto con esas bondandes (Romeu es netamente de marca).
Luego de sus inicios en clubes menores de su país como Lierse SK y Mechelen, Vermeeren llegó a Royal Amberes con 14 años y empezó a ganarse un lugar a fuerza de buen rendimiento. En paralelo, su recorrido con las menores de Bélgica también fueron de la mano en un crecimiento continuo.
Mark Van Bommel lo hizo debutar con solo 17 años en sus 6 minutos ante el Oeestende y quedó maravillado: "Arthur es un futbolista inteligente, es divertido trabajar con él. Tiene muchas ganas de aprender y demostrar que sabe jugar. Entonces tendrá algo de tiempo para jugar. Lo disfrutó, creo. Es agradable de ver".
Su crecimiento ha sido superlativo: ya suma 40 partidos oficiales en la elite belga y sabe lo que es marcar por su grito al gigante Brujas. En su haber personal, ya tiene en su incipiente vitrina tres títulos: una liga local, una Copa Nacional y una Supercopa.
Los dirigentes se dieron cuenta del diamante en bruto que tienen entre manos y decidieron extenderle su contrato hasta 2026, elevando su valor de cláusula de salida a 17 millones de euros. Por su edad y su posible proyección prometedora, Vermeeren no parece ser un número descabellado para que un gigante invierta en una de las joyas del futuro.