Último aviso que le hace el Real Madrid: o mejora o lo venden en 2025
Último aviso que le hace el Real Madrid: o mejora o lo venden en 2025.
La situación de Aurelien Tchouameni en el Real Madrid continúa siendo objeto de análisis y debate. A pesar de que Carlo Ancelotti persiste en su apuesta por el centrocampista francés, incluso reconvirtiéndolo a defensa central, las dudas sobre su rendimiento se han intensificado en esta temporada, confirmando los temores que ya existían desde su incorporación al club en el verano de 2022.
La llegada de Tchouameni al Santiago Bernabéu representó la segunda inversión más significativa de Florentino Pérez en los recientes mercados estivales, solo superada por el posterior fichaje de Jude Bellingham. El timing de su incorporación resultó estratégico: se concretó semanas antes de que Casemiro comunicara su deseo de partir hacia el Manchester United, una transferencia que reportaría al club blanco 72 millones de euros fijos más 13 en variables. La directiva madridista ya anticipaba la posible salida del brasileño cuando cerró la operación con el Mónaco.
La inversión en Tchouameni superó incluso lo recaudado por Casemiro. El Real Madrid desembolsó 80 millones de euros fijos más otros 20 en variables al club del Principado, convencido de que el joven francés representaba el sucesor ideal para el brasileño. Su perfil encajaba en lo buscado: un mediocentro joven, con cualidades técnicas y un potencial de desarrollo que había despertado el interés de los principales clubes europeos. Tchouameni eligió el proyecto blanco por encima de otras ofertas tentadoras, iniciando así su andadura en LaLiga.
Aurelien Tchouameni no convence del todo al Real Madrid.
No obstante, el peso de la herencia dejada por Casemiro está resultando más difícil de gestionar de lo previsto. A pesar de compartir características similares sobre el papel, Tchouameni no termina de encontrar su lugar en el esquema táctico de Ancelotti. Sus actuaciones evidencian dificultades para adaptarse a una medular que funciona de manera muy diferente a la que lideraba su predecesor. El contexto ha cambiado significativamente: mientras Casemiro operaba como escudo para virtuosos como Kroos y Modric, Tchouameni debe coordinar esfuerzos con jugadores de perfil más físico como Valverde y Camavinga.
Las exigencias actuales del puesto han evolucionado considerablemente. Al francés se le demanda una doble función: debe mantener el equilibrio defensivo característico del puesto mientras se le exige mayor participación en la construcción del juego y movilidad. Esta adaptación se complica al compartir terreno con compañeros que, si bien son excelentes futbolistas, tienen un estilo muy diferente al de la antigua guardia madridista. Tanto Valverde como Camavinga destacan por su dinamismo con el balón, lo que resalta aún más las limitaciones de Tchouameni en la circulación rápida del esférico.
La situación se ha visto agravada por una serie de contratiempos físicos que han impedido que el jugador encuentre la continuidad necesaria. Ante esta circunstancia, Ancelotti ha experimentado con diversos futbolistas en la posición de pivote, obteniendo en ocasiones mejores resultados que con el francés. La decisión actual de utilizarlo como central, forzada por las lesiones de Militao y Alaba, podría interpretarse como un intento de encontrarle una nueva utilidad, aunque resulta llamativo que se le prefiera sobre Nacho, quien ha demostrado solvencia en esa posición. El técnico italiano únicamente destaca de Tchouameni su capacidad en el juego aéreo cuando actúa como central, un elogio ciertamente modesto para un jugador de su precio.
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La marcha de Toni Kroos ha acentuado la necesidad del Real Madrid de incorporar centrocampistas con mayor visión de juego, especialmente ante las limitaciones mostradas por Tchouameni en este aspecto. El club no descarta repetir la estrategia empleada en 2022: vender a un precio elevado e invertir lo recaudado en un recambio más ajustado a las necesidades del equipo. Aunque su contrato se extiende hasta 2028, los próximos seis meses podrían ser decisivos para su continuidad en el club blanco. Su cotización en el mercado se mantiene en los 80 millones de euros, una cifra que varios equipos de la Premier League estarían dispuestos a considerar, dado que el francés mantiene su prestigio en el panorama internacional a pesar de sus dificultades en Madrid.
¿Cuándo juega el Real Madrid?
El Real Madrid jugará ya en el 2025 contra el Valencia el 3 de enero, recuperando un partido de la fecha 12 de la liga española. Luego, el 6 de enero, lo hará contra el Club Deportiva Minera por la Copa del Rey 2024-25.
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