Marina Granovskaia, la clave del éxito del Chelsea

Según lo define el diario inglés  "The Times" Marina Granovskaia de 46 años y de origen ruso-canadiense es actualmente la mujer más poderosa del fútbol a nivel mundial. Directora ejecutiva del Chelsea y la mano derecha del dueño del club, Román Abramovich, se convirtió en la persona clave detrás de las decisiones significativas de la institución. 

Su relación laboral con Abramovich comenzó hace más de 20 años en la petrolera Sibneft, allí el empresario y dueño hasta mediados del 2003 de la misma, no dudó en apostar en ella y convertirla en su asistente personal.

Actualmente nada de lo que pasa en el Chelsea se encuentra fuera de las manos de Granovskaia. Desde que fue nombrada directora ejecutiva en el 2014, juega un papel fundamental en la parte financiera del club. En el año 2017 fue quien consiguió duplicar los ingresos del Chelsea firmando con Nike a cambio de 900 millones de libras durante 15 años.

También se le valoró mucho la gestión en el 2019 con el Real Madrid por el traspaso de Eden Hazard, a quien no lo dejó ir hasta asegurarse que lo iban a pagar por 115 millones de euros, convirtiéndose en uno de los pases mas caros que abonó  el club blanco a lo largo de su historia.

Por otra parte, uno de los mayores éxitos que ha logrado, son las ventas de Óscar, Ramires, David Luiz y Morata, que dejaron cerca de 220 millones de euros en la institución. 

Gracias a lo ahorrado por la sanción impuesta por la FIFA, que le impidió fichar al Chelsea en la campaña anterior, a las ventas de Morata, Pasalic y Bakayoko, y a los acuerdos comerciales firmados por Granovskaia, el club consiguió cerrar el 2020-2021 con un saldo a favor de 37,5 millones de euros.  

El verano pasado, la prensa alemana la acusó de espionaje por el fichaje de Havertz. En aquel entonces se la señaló y acusó de estar reuniendo información privada sobre los posibles puntos débiles de los directivos del Bayer Leverkusen, Rudi Voller  y Fernando Carro  y que de esta manera buscaba presionarlos para rebajar el total de la operación, en la cual el Chelsea terminó pagando 80 millones, sobre los 100 millones que pedía  el club alemán.

La gestión de Marina ha provocado elogios en el ámbito futbolístico, entre ellos incluido el  del director del Bayern Munich Karl Heinz Rummeniegge: "Los números del Chelsea son muy positivos. Marina Granovskaia ha hecho un muy buen trabajo" declaraba.

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