Increíble pero real: Perdieron ¡149-0!

 12 de septiembre de 1885. El partido por la copa local de Escocia se disputó entre Arbroath FC y Bon Accord FC. Fue victoria por 36 a 0 del dueño de casa. El estadio que albergó el recordado duelo resultó ser el Cathkin Park de Glasgow.

Aquel encuentro terminó siendo la mayor goleada de la historia a nivel clubes en partidos oficiales...hasta el inolvidable 31 de octubre de 2002 cuando el AS Adema derrotó 149 a 0 al Stade Olympique L'Emyrne en un encuentro de la primera división de Madagascar. Un resultado que rompió con todos los pronósticos y está vigente en el libro de los Récords Guinness.

Jugado en el Estadio Municipal de Mahamasina de Antananarivo, la historia cuenta que hubo un tanto cada 36 segundos. Es decir, un 1.6 goles por minuto. Pero todo esto, aunque parezca una novela de ciencia ficción, tiene una explicación bien concreta.

Bajo las órdenes del entrenador del equipo perdedor, Ratsimandresy Ratsarazka, sus dirigidos estaban obligados a hacerse todos los goles en contra que pudieran en aquella final. La primera razón fue por lo sucedió en el último partido de la fase previa, en el cual perdieron toda chance de ser campeón, debido a que le empataron 2-2 en el último minuto por un penal en contra muy polémico. Y el segundo motivo, que resultó literalmente una burla para sus jugadores, fue que el árbitro designado para la final terminó siendo el mismo que inventó el mencionado penal.

La decisión del director técnico tenía el objetivo de llamar la atención del país y del mundo entero. Con la meta lograda con creces, la Federación Malgache de Fútbol actuó de oficio suspendiendo a Ratsarazka por 3 años y a tres de los futbolistas encargados de convertir goles en propia puerta, con un año a cada uno sin poder competir en la liga doméstica y sin ser citados a la selección nacional.

En conclusión, pasaron exactamente 117 años de una goleada a otra. De una histórica a una inolvidable. De Escocia hasta Madagascar, de Europa a África, sin escalas. En fin, resultados abultados hubo muchos y seguirán existiendo, pero como el sucedido en ese país africano, difícilmente se repita o se supere.

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