Germán Cano: el goleador de Fluminense que se consagra a sus 35 años
El delantero argentino tocó el cielo con las manos con la obtención de la Copa Libertadores y un aporte fundamental.
Germán Cano es el chico de la tapa. En realidad es el hombre de la tapa. Es que con 35 años, el delantero argentino ya está más cerca del retiro que del apogeo y empieza a bajar la persiana de una carrera que explotó en el final de su periplo.
El hombre gol que guió a Fluminense a la primera Copa Libertadores de su historia arrancó en las divisiones menores de Lanús pero jamás pudo ganarse un lugar en el primer equipo. Lo cedieron a Colón y Chacarita y tampocó arrancó. Deportivo Pereira de Colombia empezó a marcar el despegue: con 10 goles en 18 partidos, el nueve demostró de lo que era capaz pero automáticamente su paso por Nacional de Paraguay lo volvió a estancar.
Germán Cano arrancó en Lanús pero jamás se ganó un lugar.
El cambio definitivo en su vida deportiva fue en 2018. Independiente Medellín le permitió mostrarse y empezó a perforar redes marcando 129 goles en 196 partidos en sus dos etapas. México fue la transición para seguir sumando rodaje con sus pasos por León y Pachuca hasta que Brasil fue el éxtasis de su carrera.
Vasco Da Gama le abrió las puertas en 2020 y su promedio de gol fue letal. Tras 101 partidos y 43 goles, Fluminense se lo llevó para terminar de armar un equipo de excelencia que empezó a perseguir el sueño esquivo a nivel continental. Desde que puso un pie en Brasil, el gol le salió solo. Ya son 124 en 225 encuentros con ambos clubes y contando.
Fue el Flu su lugar en el mundo, que curiosamente, se da en la parte del final del recorrido. Vestido de verde, rojo y blanco, Cano no paró (ni para) de meterla en la red rival. Sus números son fulminantes y hablan por sí solos, ya que gritó 81 tantos en 125 partidos.
En Fluminense, en en final de su carrera, muestra su mejor versión.
Claro, ese movimiento en el área de Boca para salir de las narices de Romero, despegarse rumbo al punto penal y definir cruzado de primera lo terminaron de consagrar como ídolo absoluto del enorme de Rio de Janeiro.
Es que con su grito, Fluminense encaminó un duro partido digno de final para coronarse por primera vez como el mejor de América. Si alguien tuvo mérito en este título, ese es Germán Cano, autor de 13 goles en 12 partidos.
Tras seis tantos en la fase inicial, la explosión se dio de cuartos de final hacia la gloria. El argentino le marcó tres a Olimpia en cuartos de final, otros tres a Inter en semifinales y uno al Xenixe, anotando la misma cantidad de coqnuistas que el propio Boca en todo el torneo. Sí, una real locura.
A Cano no le hace falta engolosinarse con la pelota en los pies ni contar con muchas opciones de gol para facturar. En la gran final de la Libertadores, el delantero apenas entró en contacto con el balón en 43 oportunidades y solo remató dos veces al arco de Chiquito.
Su promedio de gol en relación a los remates que tuvo en el torneo es abrumador (25%), de los cuales diez fueron facturados de derecha y otros tres con la zurda. En total, el argentino promedia cuatro disparos por partido, lo que vuelve a graficar su letal efectividad en la red ajena.
A nivel mundial sus cifras también son de primera línea. En 2019 fue el séptimo máximo goleador mundial, con 41 conquistas, y en 2022 terminó tercero, con 44, la misma cantidad que Haaland y sólo por detrás de Mbappé (56) y el brasileño Bérgson (47). El proio Erling Haaland, Cristiano Ronaldo, Mbappé , Harry Kane y Barnabás Varga son los únicos artilleros que lo superan en este 2023.
Con contrato vigente hasta 2025, el goleador que ya escribió un lugar enorme en la historia de Fluminense empieza a perfilarse para el final de su carrera. Algunos rumores lo acercan a la Selección Argentina, lo que sería un enorme premio para un goleador serial que se muestra en plena vigencia con 35 años.
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