Abdón Porte: la trágica historia del ídolo que durará para siempre
El triste final de la carrera de Abdón Porte, un jugador de Nacional de Uruguay que terminó con su vida por miedo a no volver a jugar.
Era un 5 de marzo de 1918 cuando en el Gran Parque Central, en Montevideo, un tiro rompió el silencio de un estadio vacío. Abdón Porte acababa de tomar la peor decisión por miedo a perder su puesto en el primer equipo de Nacional.
Abdón tenía 25 años y ya era ídolo del bolso, había ganado los campeonatos de 1912, 1915, 1916 y 1917, además de una gran cantidad de Copas, todos estos logros sucedieron cuando los torneos eran de carácter amateur. Su buen nivel lo hizo formar parte de la selección charrúa con la que también le fue bien, conquistó la Copa América 1917. Se destacaba en el campo por su altura y su juego fuerte, la mitad de la cancha era suya, de las tribunas solían bajar aplausos y ovaciones cuando lo sacaban. Abdón cada vez jugaba menos minutos y veía como su lugar estaba amenazado por la comisión directiva que le sacaba minutos de juego, nadie imaginaba lo mucho que eso le dolía.
El 4 de marzo de 1918 el Club Nacional de Football le ganó por 3 a 1 al Charley y luego de la victoria había que festejar como era costumbre. Jugadores y algunos dirigentes se reunieron en la sede del club en una típica celebración por el triunfo obtenido horas antes. En el transcurso de la noche, Abdón se retiró del lugar y tomó el tranvía en dirección al Parque Central. Estaba solo en el estadio, caminó hacia el centro de la cancha y ya no había ovaciones y cantos a su alrededor, sacó un revólver de su bolsillo y llevándoselo a su pecho, terminó con el silencio de la medianoche.
La idolatría hacia Abdón Porte no solo se sostiene por sus títulos conseguidos, sino también por su asistencia perfecta en los clásicos con Peñarol en el periodo entre 1911 y 1917. El uruguayo disputó los 39 enfrentamientos entre los equipos más importantes del país y podrían haber sido muchos más, todavía tenía una carrera de varios años por delante.
Al día siguiente, encontraron el cuerpo de Abdón Porte tendido en el círculo central, allí en el campo donde se había consagrado como un icono del fútbol uruguayo. El futbolista contaba con dos cartas, una de ellas dirigida al presidente de Nacional, le pedía al igual que a sus compañeros que ayuden a su familia, como él los había ayudado todos esos años defendiendo los colores del bolso. En el pedido también detallaba que quería ser enterrado junto a Bolívar y Carlos Céspedes, dos ídolos de la selección de Uruguay y del tricolor.
El país quedó conmocionado por la triste noticia, una semana después se organizó un partido entre Nacional y Montevideo Wanderers a beneficio para la familia de Abdón. Su historia inspiró cuentos, relatos y documentales, en la actualidad, una de las tribunas del Gran Parque Central lleva el nombre de Abdón Porte y allí se destacan banderas con su rostro y la frase "Por la sangre de Abdon". El futbolista será recordado por siempre no solo por sus proezas, sino lamentablemente también por su trágico final.