Cuba: de hacer historia mundialista a perderse en el amateurismo
El país del Caribe dejó una gran versión ecuménica en la lejana edición de 1938 pero luego no pudo repetir en las siguientes ediciones.
Francia 1938 es un recuerdo lejano y del que hay poco registro. La cita mundialista fue la tercera de la historia, contó con la presencia de 15 seleccionados y una participación de Cuba que, sin saberlo en ese momento, se convertiría en histórica para el futbol caribeño.
El país de la isla tuvo un fuerte impulso tras su primer partido oficial amistoso en 1930: fue el primer seleccionado de Centroamerica y el Caribe que clasificó al torneo más importante del planeta y tiene el privilegio de ser uno de los dos que lograron llegar a una instancia de cuartos de final (junto a Costa Rica).
Claro que en tiempos de antaño, el formato de la competencia ecuménica distaba mucho de la actual: participaron 16 equipos (que fueron 15 porque Austria se bajó) y el certamen arrancaba directamente en octavos de final a duelos de ida y vuelta. Rumania fue el primer cruce, rival al que sorteó tras el empate en la ida (3 a 3) y el 2 a 1 en la vuelta con los goles de Socorro y Ruiz.
Su suerte quedaría sentenciada en cuartos de final ante Suecia, potencia de la época que además llegaba descansada al duelo de segunda ronda por la baja de Austria. Los nórdicos fueron fulminantes y golearon 8 a 0 a los americanos, decretando su final en el torneo.
Desde ese entonces, la palabra Mundial ha quedado en el olvido para los cubanos dándole lugar a una intermitencia que ha tenido que ver con la decisión política de seguir el camino del amateurismo. De hecho, el país tiene históricamente más vínculo con el boxeo y el béisbol, ambos lejos de ser profesionales.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Cuba quedó afuera de Brasil 1950 siendo México y Estados Unidos los clasificados y luego la FIFA prohibió que participe de las Eliminatorias de 1954, 1958 y 1962 pero levantó su decisión rumbo a Inglaterra 1966 (no clasificó).
Para 1970 y 1974 volvió el impedimento de FIFA y el espíritu amateurismo floreció. El equipo nacional ganó Oro en los Juegos del Caribe de 1970, 1974 y 1978 y además logró la clasificación a su primer Juego Olímpico de la historia con la cita de Montreal 1976, logro que repetiría en Moscú 1980.
Desde la década del 80 arrancó una regularidad de su participación en Eliminatorias (solo faltó a los procesos de 1986 y 1994) y comenzó a tener presencia importante con su clasificación a las Copas de Oro de CONCACAF, diciendo presente en las últimas 12 de las 15 ediciones.
La actualidad de la Selección de Cuba se parece más al amateurismo que al profesionalismo que reina en el fútbol internacional de hoy. De los jugadores citados para su última convocatoria en la Liga de las Naciones solo se destaca Luis Paradela (juega en Saprissa de Costa Rica). El resto deambula en el ascenso de Finlandia, Austria, Uruguay, Guatemala y Estados Unidos más cinco casos de la primera cubana.
Ahora, buscará poder romper la racha negra, junto a Indonesia, como el seleccionado que más tiempo lleva sin poder volver a clasificarse a una Copa del Mundo. Con Estados Unidos, México y Canadá ya clasificados a 2026 como anfitriones, los cubanos intentarán conseguir su revolución futbolística y cortar una sequía de 88 años. Muy dificil, pero no imposible.