Admirable: el crecimiento de la Selección de Japón en los últimos 20 años
El fútbol japonés crece a pasos agigantados, la gran mayoría de sus figuras juegan en Europa
La primera vez que Japón se relacionó oficialmente con FIFA fue en 1929 y luego de una década complicadísima por motivos bélicos, la ausencia sería por otros diez años más, hasta su reaparición definitiva en 1950. Desde la cita mundial de ese año en Brasil, los asiáticos estuvieron ausentes en forma consecutiva en todas las ediciones siguientes hasta su bautismo ecuménico en Francia 1998.
El fin del milenio fue el click en la Federación nacional de fútbol, avisándole al planeta que oriente no quedaba tan lejos. Desde esa competencia, los Azules no faltaron más y ya llevan siete ediciones consecutivas compitiendo con los mejores seleccionados, llegando en tres oportunidades a octavos de final y siendo, además, cuatro veces campeones continentales.
Por supuesto que hay un largo trabajo de fondo que hizo posible el cambio. La globalización deportiva es, sin dudas, uno de los principales pilares de una estructura que ya asentó las bases y sigue creciendo como los rascacielos que ostenta cualquier ciudad del país.
Los jugadores se escaparon de la tapa de los videos juegos de Konami para empezar a alimentar las ligas de toda Europa y ese roce potenció al seleccionado a niveles asombrosos. Hoy es común ver algún nipón destacado en una liga top del Viejo continente y en la cuenta cada vez son más.
Hidetoshi Nakata, leyenda de Japón
Hidetoshi Nakata fue el gran embajador, su primera estrella del mainstream. Luego de su presentación ante los ojos del Mundo en Francia 1998, el exquisito volante ofensivo arrancó con una carrera dorada que incluyó Perugia, Roma, Parma, Bologna, Fiorentina y Bolton.
A él le siguieron otros dos emblemas: Shinji Kagawa y Keisuke Honda. El primero, vistiendo los colores de Manchester United y Borussia Dortmund, el segundo, rompiendo redes con la camiseta rossonera del Milan.
Keisuke Honda
En el bautismo del 98, los 22 jugadores militaban en la liga local y la competencia era solo interna pero la cosa empezó a cambiar. Para la cita en 2002, donde fueron anfitriones; el número de nipones jugando en Europa subió a cuatro: Junichi Inamoto (Arsenal), Nakata (Parma), Ono (Feyenord) y Kawaguchi (Portsmouth).
En Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 ya eran seis los japoneses actuando en el exterior, mientras que en Brasil 2014 el número explotó a más de la mitad, 12 de 23. Rusia 2018 ya databa de un plantel cosmopolita, con 15 futbolistas desparramados por las ligas del mundo.
De los 26 jugadores de la Selección de Japón que dijeron presente en la nómina de Qatar, donde se adjudicó el grupo de la muerte con España y Alemania, solo siete jugaban en ese momento en la Liga local: el arquero Gonda (Shimizu), los defensores Taniguchi (Kawasaki Frontale), Yamane (Kawasaki) y Sakai (Urawa Reds) más los delanteros Machino (Shonan Bellmare) y Soma (Nagoya) y el histórico Nagatomo en el Tokyo FC.
Después, la nómina tuvo a casi la mitad entre Alemania y Francia. Ocho jugando en la Bundesliga: Itakura (Monchengladbach), Yoshida (Schalke), Ito (Stuttgart), Endo (Stuttgart) Doan (Friburgo), Kamada (Eintracht), Tanaka (Dusseldof) y Asano (Bochum) y tres actuando en la League 1: Kawashima (Estrasburgo), Ito (Reims), Minamino (Mónaco).
Doan, la gran figura de Japón en Qatar 2022
A esa nómina se suman dos en la Jupiler belga ( Schmidt-Saint Truiden y Ueda-Círculo Brujas), uno en Portugal (Morita-Sporting Lisboa), dos en Premier League de Inglaterra (Tomiyasu-Arsenal y Mitoma-Brighton), dos en La Liga (Shibasaki -Leganés y Kubo-Real Sociedad) y el sorprendente goleador en Escocia (Maeda-Celtic).
Maeda, goleador del Celtic
El crecimiento no es casualidad. Los japoneses pasaron a ser meros desconocidos, a actores de reparto a protagonistas del film. Las potencias los buscan por su disciplina, su capacidad para el trabajo, la capacidad para adecuarse a cualquier cultura, y desde hace una década, por su técnica, algo que ha evolucionado con el correr de los años y cada vez luce más depurada. El "Game Over" que padeció durante décadas el fútbol del país, hoy solo habita en los créditos de la Play Station.
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