Teófilo Cubillas: El Nene que llevó a la Selección de Perú a la grandeza

Teófilo Cubillas: El Nene que llevó a la Selección de Perú a la grandeza

La historia futbolística del legendario Teófilo Cubillas, orgullo peruano

Miércoles 4 Ene 2023
Amadeo Inzirillo
porAmadeo Inzirillo
Periodista, apasionado del deporte

 En Puente de Piedra, un pequeño pueblo de Lima de apenas 400 mil habitantes, nació, hace 73 años, Teófilo Cubillas. El Nene, emblema histórico de Perú y dueño de un fútbol exquisito, rompió los límites demográficos para convertirse en patrimonio mundial.

Su gran amor fue Alianza Lima, el club donde forjó su derecha prodigiosa. Debutó con apenas 17 años y desde ese día, impregnó su fútbol para siempre. Fino, elegante pero potente y con una asombrosa capacidad goleadora. Su pegada, marca registrada en su ADN, fue el destacado de su curriculum vitae.

Toda la vorágine que impactó con un joven jugador al que la incipiente fama le tocó la puerta fue demasiado fuerte para sus primeros años de carrera. Es más, el Rey Pelé lo declaró como su sucesor.

La yunta con su compadre Sotil y el amor por su Perú demoraron su salida para jugar en el exterior, algo que se dio casi por casualidad: Cubillas fue convocado para el amistoso de Selecciones continentales entre América y Europa en 1973 en el Camp Nou , y tras una actuación descollante, el millonario suizo Residorf, presidente de Basilea, intentó hacerse de sus servicios.

La primera oferta fue de 100 mil dólares, a la que el 10 rechazó y pidió el triple, confiado en que el pase no se haga. Lo que no imaginó el Nene es que Residorf, maravillado con su fútbol, abriría la caja fuerte y concretaría la operación. El fío suizo congeló su talento y su paso por el primer destino europeo fue sin pena ni gloria: apenas 16 partidos, y si bien marcó ocho goles, no dejó una buena imagen.

Porto sería su nuevo lugar en el mundo, clave para volver a catapultarlo a los primeros planos del mapa futbolero. La idiosincrasia del país y el estilo de juego potenciaron al volante ofensivo, para cerrar un muy buen ciclo de cuatro temporadas.

Perú fue, sin dudas, su opera prima. Al margen de las cifras personales que logró (como ser el máximo goleador del seleccionado hasta Guerrero o el volante con más goles en mundiales), lo realmente jugoso fue la selección de ensueño que armó con sus compadres Sotil, Chumpitaz y Oblitas.

Toda la vorágine que impactó con un joven jugador al que la incipiente fama le tocó la puerta fue demasiado fuerte para sus primeros años de carrera. Es más, el Rey Pelé lo declaró como su sucesor. La yunta con su compadre Sotil y el amor por su Perú demoraron su salida para jugar en el exterior, algo que se dio casi por casualidad: Cubillas fue convocado para el amistoso de Selecciones continentales entre América y Europa en 1973 en el Camp Nou , y tras una actuación descollante, el millonario suizo Residorf, presidente de Basilea, intentó hacerse de sus servicios. googletag.cmd.push(function(){googletag.display('entreparrafos3')});La primera oferta fue de 100 mil dólares, a la que el 10 rechazó y pidió el triple, confiado en que el pase no se haga. Lo que no imaginó el Nene es que Residorf, maravillado con su fútbol, abriría la caja fuerte y concretaría la operación. El fío suizo congeló su talento y su paso por el primer destino europeo fue sin pena ni gloria: apenas 16 partidos, y si bien marcó ocho goles, no dejó una buena imagen.googletag.cmd.push(function(){googletag.display('entreparrafos4')});Porto sería su nuevo lugar en el mundo, clave para volver a catapultarlo a los primeros planos del mapa futbolero. La idiosincrasia del país y el estilo de juego potenciaron al volante ofensivo, para cerrar un muy buen ciclo de cuatro temporadas.Perú fue, sin dudas, su opera prima. Al margen de las cifras personales que logró (como ser el máximo goleador del seleccionado hasta Guerrero o el volante con más goles en mundiales), lo realmente jugoso fue la selección de ensueño que armó con sus compadres Sotil, Chumpitaz y Oblitas.Chumpitaz, Cubillas y Sotil, leyendas del fútbol sudamericano

Chumpitaz, Cubillas y Sotil, leyendas del fútbol sudamericano

Esa orquesta fue clave para darle al conjunto Inca su segundo título de selecciones con la obtención de la Copa América de 1975, eliminando a Brasil en el Maracaná (en semis) y derrotando a Colombia en la gran final del certamen.

Jugó los Mundiales de México 70, Argentina 78 y España 82, llegando a cuartos en las primeras dos ediciones. Sin contar la cita europea, su promedio de gol es asombroso: marcó 10 goles en 10 partidos, siendo junto a Klose, Muller y M'bappé los únicos cuatro futbolistas en alcanzar esa cifra en solo dos ediciones.

De carácter amable, el encargado de hablar por él siempre fue su fútbol. Es más, jamás fue expulsado en los 611 partidos que disputó como profesional, donde marcó un gol cada dos juegos (340).

Luego del Mundial del 78, Cubillas llegó a Estados Unidos, como parte de la movida para impulsar el fútbol en el norte de América. Fueron tres equipos pero con un ritmo muy menor al que acostumbró toda su vida. Es más, eso quedó plasmado en la Copa de España 1982, donde no pudo anotar ningún tanto.

Con su longevo retiro en 1989 con 40 años , Perú perdió a su gran ídolo, al menos en el terreno de juego. Y si bien Paolo Guerrero lo superó en la estadística con respecto a los goles, el título de leyenda quedará siempre reservado para el "Nene" Teófilo Cubillas. Una de las máximas glorias del fútbol mundial.

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