Terry Butcher, el defensor inglés que obligó a la FIFA a cambiar las reglas
Luego un de un partido de eliminatorias europeas
Aquel partido entre Suecia e Inglaterra una noche cualquiera de 1989 no fue una más. Correspondiente a las Eliminatorias Europeas rumbo al Mundial de Italia 1990, el empate sin goles clasificó a los ingleses al campeonato por excelencia, pero el dato saliente fue otro.
Nacido en Singapur el 28 de diciembre de 1958, el ex zaguero central Terry Butcher disputó dicho encuentro todo ensangrentado. De los 77 duelos oficiales con su selección, esa jornada fue la que lo catapultó a la fama mundial por estar manchado de rojo a causa de un choque contra el sueco Ekstrom apenas el árbitro dio el pitazo inicial.
Ese día fue la última vez que un futbolista participó de un compromiso oficial con sangre en su uniforme. De 1,93 metros, el "carnicero" (Butcher significa eso en español) hizo historia por haber terminado los 90 minutos como un guerrero al finalizar una batalla.
La imagen de un jugador saliendo de la cancha con la camiseta y el short ensangrentados no se observó nunca más en la historia del fútbol. Ese día hubo un punto de inflexión porque la FIFA decidió, unánimemente, prohibirle a cualquier futbolista profesional jugar con sangre en su vestimenta.
Como dice la famosa canción de la cerveza argentina Quilmes: "Eran otros tiempos. Era otra la historia. No había medallas, solo hambre de gloria". Y vaya hambre de gloria que tuvo Butcher, quien defendió cualquier pelota que pasó cerca del área propia. Todo por su escudo y su país. Con vincha incluida, una imagen para la posteridad futbolística.
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