Análisis. La transformación de Ángel Correa
Angel Correa debió adaptarse al fútbol europeo, y a la propuesta del Atlético Madrid, en su séptima temporada se está viendo su mejor versión
Ángel Correa tiene apenas 26 años aunque su recorrido lo haga parecer mayor. Tras su debut en la primera de San Lorenzo de Almagro el delantero dio el gran salto a Europa como fichaje del Atlético Madrid, donde cumple su séptima temporada.
Al comienzo de su estadía en el viejo continente sintió el rigor del cambio. Otro fútbol, otra idea, distintas metodologías de trabajo y hasta formas de vivir. El rigor del día a día de los entrenos de Diego Simeone también lo sacudieron, pero aguantó para empezar a moldear una transformación que lo hizo un jugador más completo.
Primero, con el ok del cuerpo técnico que decidió no darlo a préstamo para que sume minutos como pasó con varios argentinos que sufrieron el cambio abrupto (Salvio al Bénfica o Nehuén Pérez a Udinese, por citar algunos ejemplos). Correa entendió que para ganarse un lugar en un equipo en ebullición tenía que cambiar para no morir en la adaptación. Y lo hizo.
De ese punta desfachatado y gambeteador que brilló en el título del Sudamericano sub 20 al jugador que es hoy en el Colchonero hay seis años de perfeccionamiento. Es cierto que el talento lo tiene innato, pero tuvo que sumarle disciplina táctica y evolución física para cambiar críticas por elogios. Se acostumbró a controlar y pasar en lugar de eludir, quizás, el concepto que más le influyó en su desarrollo.
Debilidad de Simeone, ya la actual temporada es la mejor en registros: 11 goles en apenas 26 partidos, 2 más que en todo 2021, su mejor año, donde disputó 38 juegos. Pero más allá de la estadística, Correa creció como futbolista. Juega de delantero con una referencia fija como Suárez o lo hace con otro de similares bondades, caso Joao Félix. Se siente a gusto con dos atacantes o con tres, de extremo o por adentro.
El entrenador también lo ha utilizado como volante externo en una línea de cuatro medios y no desbalancea, es más, aportó a su juego retroceso en la transición ataque-defensa para convertirse en un pseudo carrilero. De enlace también lo hizo, conectando la mitad con los delanteros como en sus comienzos en Argentina. Por eso, el Cholo sabe que cuenta con el combo volante-delantero en un mismo envase.
Su cotización también creció con su desarrollo: Los 5.5 millones de euros que invirtió el Atlético Madrid en 2015 por el 90% de su ficha hoy son una limosna al lado de los 40 que tiene como clausula de salida tras la renovación hasta 2026. El coqueteo en el mercado anterior con el Milan quedó en la nada por pedido del mismo Simeone que le dio el lugar que venía pidiendo por rendimiento y Correa se convirtió hoy en el jugador 26 más valioso de La Liga.
En el sprint final de la temporada tiene el objetivo de avanzar en Champions (define en Old Trafford la serie con el United) y pelea por meterse en la lista final de Scaloni para el mundial con Argentina, donde es alternativa posicional en los extremos del ataque. Sus 11 partidos y el gol a Venezuela en el camino a Qatar aún no le definen como una fija, por eso el epílogo del año será fundamental.
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