El Papu Gómez cargó duramente contra el Sevilla: "Me dejaron completamente solo"
El Papu Gómez habló sobre su suspensión y fue muy crítico con el accionar del Sevilla, que se lavaron las manos...
A pesar de haber alcanzado la gloria máxima con la selección de Argentina en el Mundial de Qatar 2022, la carrera de Alejandro 'Papu' Gómez cayó estrepitosamente después de aquel logro. El mediapunta, sancionado con dos años por dopaje tras dar positivo, sigue cumpliendo su castigo, del cual le resta un año. En una reciente entrevista con Relevo, el jugador no dudó en cargar contra los dirigentes del Sevilla FC, a quienes acusó de haberlo abandonado durante este complicado proceso.
"Esto lo sabía Monchi, esto lo sabía el presidente, José María del Nido Junior. Yo sé que mis abogados quisieron hablar con los del club y me cerraron las puertas en ese momento. Ellos me comunicaron que no se hacían cargo de nada, que me dejaban completamente solo en esta situación", declaró el jugador. Un jarabe para la tos de su hijo que contenía terbutalina fue lo que saltó en el dopping.
%uD83D%uDE33 "Tras mi sanción, el Sevilla echó al médico del club...
— Zona Mixta (@ZonaMixta__) December 20, 2024
... me llamó la atención. No sé si era porque había muchos lesionados o por lo mío"
%uD83D%uDDE3%uFE0F El Papu Gómez habla para @relevo sobre su sanción de 2 años sin poder jugar por dar positivo en un control antidoping. #ZonaMixta pic.twitter.com/WwGouY3gXV
El argentino reveló que se enteró del resultado mientras concentraba con la selección en el Mundial. "Ellos me lo comunicaron estando yo en el Mundial, estando en Qatar. Después yo me fui a Argentina y se pasó el tiempo. Y segundo, el Sevilla había echado al médico principal del club. Y esto también me había llamado la atención. No sé si lo echaron porque había muchos lesionados o porque se habían enterado de algo de lo mío... Y entonces pasó el tiempo, pasaron esos 15 días y yo ya no pude hacer nada", afirmó el jugador.
El presente del Papu no es menos complicado. Durante los últimos meses, estuvo entrenando con el CD Manchego, un equipo de Tercera RFEF, mientras espera el momento para poder regresar al fútbol profesional. Aun así, el argentino dejó claro que no está contento con el trato recibido por parte del Sevilla FC.
El argentino también se refirió a la situación deportiva y financiera del Sevilla, una de las más delicadas en la última década. "Ha habido malas gestiones. No se puede entender que después de tres años consecutivos entrando en Champions y vendiendo por 100 millones haya tantas deudas y haya caído tanto el equipo. Hicieron malas contrataciones y muchos cambios de entrenador también, no se continuaron proyectos", apuntó el jugador, mostrando su preocupación por la crisis del club andaluz.
Papu Gómez
Además, Gómez destacó la presión que significa jugar en el Sevilla, especialmente cuando los resultados no son los esperados. "El Sevilla no es un equipo fácil: tiene una muy buena hinchada que te exige y que, cuando los resultados van mal, se hacen sentir. Entonces, claramente, muchos chicos no pueden soportar la presión y no es fácil jugar ahí", comentó, haciendo referencia al complicado ambiente que se vive actualmente en el club.
El caso del Papu deja en evidencia los problemas internos que atraviesa el Sevilla, tanto a nivel institucional como deportivo. Mientras el jugador enfrenta su sanción, su relación con el club parece haber quedado irremediablemente rota. La falta de apoyo, según Gómez, marcó un antes y un después en su percepción sobre la entidad sevillista.
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El futuro del mediapunta argentino aún es incierto. Aunque su castigo lo mantiene alejado de las canchas, Alejandro Papu Gómez confía en poder regresar al más alto nivel una vez finalice su suspensión. Por ahora, su voz sigue resonando, no solo para defender su caso, sino también para alzar la mano sobre los problemas que afectan a uno de los clubes más emblemáticos del fútbol español.
Un duro golpe para el Papu Gómez
El argentino hace poco había comentado sus primeras sensaciones cuando conoció la sanción que se le iba a imponer: "Cuando me dan la pena máxima, se me cayó el mundo, veía muy lejana la suspensión. Habían pasado solo dos meses, no sabía si iba a seguir jugando, un día tenía ganas, al otro día decía ‘me retiro, con 37 años no voy a poder volver, ¿qué hago ahora?'. Fueron muchos altibajos durante muchos veces".
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