No aguantó más: Vinicius rompió el silencio e hizo un sentido descargo
Vinicius Juniors rompió el silencio: "Gracias por el apoyo, no voy a dejar de bailar".
La polémica de Vinicius Juniors ha sumado un nuevo capítulo, podríamos decir que el más importante de todos ellos, pues la palabra del jugador parecía casi necesaria luego de que todo el ecosistema del fútbol español diera su opinión al respecto. Luego de que sus bailes en los festejos sean el centro de la polémica en los últimos días, el delantero brasileño dejó en claro que no lo dejará de hacer porque esas danzas son parte de su cultura.
Bajo el lema, "Gracias por el apoyo, no voy a dejar de bailar", Vinicius Juniors publicó un video en el que resume todo lo que vivió en la última semana por aquel festejo que decidió realizar ante el Mallorca el pasado fin de semana. Desde comentarios racistas a amenazas son por las cosas que tuvo que pasar Vinicius por un festejo que es una clara muestra del amor que el futbolista tiene por la cultura de su país.
"Mientras el color de la piel sea más importante que el brillo de los ojos, habrá guerra". Tengo esa frase tatuada en mi cuerpo. Tengo ese pensamiento permanentemente en mi cabeza. Ésa es la actitud y la filosofía que intento poner en práctica en mi vida", comenzó en su descargo el futbolista.
Más adelante, el futbolista fue todavía más contundente: "Dicen que la felicidad molesta. La felicidad de un negro brasileño victorioso en Europa molesta muchísimo más. Pero mis ganas de ganar, mi sonrisa y el brillo de mis ojos son mucho más grandes que eso. No podéis ni imaginarlo. Fui víctima de xenofobia y racismo en una sola declaración. Pero nada de eso empezó ayer".
"Hace semanas empezaron a criminalizar mis bailes. Bailes que no son míos. Son de Ronaldinho, Neymar, Paquetá, Griezmann, João Félix, Matheus Cunha... son de artistas de funk y sambistas brasileños, de cantantes de reggaetón, y de los negros americanos. Son danzas para celebrar la diversidad cultural del mundo. Acéptenlo, respétenlo. ¡Yo no voy a parar!".
"Vengo de un país donde la pobreza es muy grande, donde la gente no tiene acceso a la educación y en muchos casos, ni comida en la mesa. No suelo venir públicamente a rebatir las críticas. Me atacan y no hablo. Me alaban y tampoco hablo. ¡Yo trabajo! Trabajo mucho. Dentro y fuera del campo. He desarrollado una aplicación para ayudar a la educación de los niños en las escuelas públicas sin ayuda financiera de nadie. Estoy haciendo una escuela con mi nombre. Haré mucho más por la educación. Quiero que las próximas generaciones estén preparadas, como yo, para luchar contra los racistas y los xenófobos".
Finalmente, el futbolista dejó muy en claro que no dejará de bailar: "Siempre intento ser un profesional y un ciudadano ejemplar. Pero eso no hace clic, no es tendencia en internet, ni motiva a los cobardes a hablar agresivamente de gente qué ni siquiera conocen. El guión siempre termina con una disculpa y un "me han malinterpretado". Pero lo repito para ti, racista: No dejaré de bailar. Ya sea en el Sambódromo, en el Bernabéu o donde sea. Con el cariño y las sonrisas de quien es muy feliz", cierra el descargo.
Horas antes, Real Madrid, club dueño de la ficha del brasileño, había salido a defender a su futbolista con un comunicado: "El Real Madrid C. F. rechaza todo tipo de expresiones y comportamientos racistas y xenófobos en el ámbito del fútbol, del deporte y de la vida en general, como los lamentables y desafortunados comentarios dirigidos en las últimas horas contra nuestro jugador Vinícius Junior".
Varios compatriotas también se sumaron a la causa de Vinicius Juniors, brindándole su apoyo y pidiéndole que no deje de bailar. Neymar JR fue el primero de ellos, con una publicación que rezaba "Baila Vini Jr". Desde la vereda de enfrente, Raphinha también le tendió su brazo al delantero: "Yo quiero ver bailar, yo quiero alegría". El futbolista más importante de la historia de Brasil, Pele, también hizo lo propio y pidió por que el racismo se termine de una vez por todas: "El fútbol es alegría, es un baile, es una verdadera fiesta. Aunque el racismo aún existe, no permitiremos que eso nos impida seguir sonriendo. Y seguiremos luchando contra el racismo de esta manera: luchando por nuestro derecho a ser felices".