El curioso caso del subcampeón del mundo suplente en todos lados
Sergio Romero, fue el portero titular de la Selección Argentina de Fútbol durante muchos años, pero luego del Mundial 2014, le tocó jugar poco en todos los clubes que estuvo, ahora en Boca Juniors, tendrá que esperar
Sergio Romero firmó contrato con Boca Juniors. Tenía algunas ofertas del exterior para seguir su carrera en Europa pero priorizó la seducción de atajar en un equipo grande de Argentina cerca de sus afectos.
En realidad priorizó atajar, algo que no ha hecho con continuidad a lo largo de su carrera pese a que en su currículo figura el segundo puesto en el Mundial de Brasil 2014. Sí, subcampeón del planeta en selecciones y eterno suplente en clubes. Una paradoja pocas veces vista.
La desgracia parece perseguir al arquero de 35 años, que puso el gancho con el Xeneize ante una inminente salida forzada de Agustín Rossi, en conflicto con el Consejo de fútbol y decidido a no renovar el contrato. Pero no. La serie de su suplencia interminable suma una nueva temporada, esta vez con el buzo azul oro. A Rossi lo ama el hincha y a Romero lo espera el banco, otra vez.
Si uno observa los equipos que contrataron sus servicios a lo largo de su trayectoria, la lista mete miedo: Racing Club, Az Alkmaar de Países Bajos, Mónaco en Francia, Manchester United de Inglaterra, Sampdoria y Venezia en Italia y Boca Juniors. Ahora, si uno cuenta la cantidad de partidos, el dato es asombroso, pero por lo negativo: apenas 279 en total en 16 temporadas. Un promedio de 17,4 juegos por año. Poco para un arquero de Selección. Es más, con Argentina fue titular indiscutido defendiendo el arco en 96 oportunidades, la tercera parte de todo lo que jugó en clubes.
Sin dudas que su principal y mayor logro fue la medalla de plata con Argentina en el Mundial de Brasil 2014, año en que arrancaría la debacle. Hasta esa temporada, Romero tuvo rodaje: 111 partidos en Países Bajos y 74 en Sampodria. El resto los jugó en cuentagotas: 9 en Mónaco, 61 en Manchester United y 16 en Venezia (86 en 8 años).
Nobleza obliga, el puesto de arquero es cruel en caso de ser suplente. Los seis años en Inglaterra con David De Gea como titular indiscutido le dejaron el promedio de minutos por el sótano. Caso opuesto en la selección, donde fue dueño absoluto de los tres palos pese a su poco rodaje.
La radiografía de los últimos años también es lapidaria: 16 encuentros (en 2022), 0 ¡si cero! (en 2021), 17 (2020), 7 en (2019), 10 (en 2018), 18 (2017), 13 (2016), 11 (2015), 9 (2014). Es más, en el año mundialista de 2014, atajó más en su selección (12 partidos) que en Mónaco (apenas 9). Toda una rareza.
Vamos a la comparativa con los arqueros principales de las selecciones potencia en el mundo. Alisson Becker tiene seis años menos y ya jugó 309 juegos (30 más que Romero), David De gea es cuatro años menor y lo duplica en partidos (279 contra 609), mientras que Manuel Neuer es apenas un año mayor y ha disputado 456 partidos más que el argentino.
Sergio Romero arregló en Boca Juniors con la intención de jugar seguido, algo esquivo en la última década. Con contrato hasta diciembre de 2024, recién podrá tener continuidad tras la salida de Rossi que finalmente se va en junio del 2023. Mientras tanto, lo espera una vez más el banco de suplentes, un loop interminable de su vida deportiva.