Análisis. Miguel Borja, un calmante para Marcelo Gallardo
La partida de Julián Álvarez dejó un vacío grande en el ataque de River Plate, y con la llegada de Miguel Borja, Gallardo tiene su delantero de jerarquía
Apenas media de hora de juego en Mar del Plata le alcanzaron a Miguel Borja para mostrar parte de su rico repertorio. El colombiano ingresó en el complemento con el marcador igualado en cero y fue clave en los tres tantos que encaminaron a River Plate para la victoria. Respira Marcelo Gallardo, que parece encontrar en el un 9 calmante para su jaqueca deportiva.
Luego de la salida de Julián Álvarez, el entrenador sintió que tenía que suplir un vacío difícil de llenar. Por eso el pedido de repatriar a Lucas Beltrán antes que finalice su préstamo en Colón de Santa Fe, y por eso también, la insistencia a la Comisión directiva de invertir fuerte por el punta cafetero de 29 años.
Los 6,7 millones de dólares que puso River Plate sobre la mesa en la negociación con Junior tienen un motivo: Gallardo quiere que su centro atacante titular sea un hombre de jerarquía y recorrido internacional, más aun, teniendo que suplir al reciente jugador del Manchester City, el segundo goleador del exitoso ciclo del entrenador. El Muñeco entiende que no hay tiempo para moldear a un nuevo ariete, conociendo las urgencias que demandan los últimos resultados.
Borja cumple en su CV con esos requisitos, y además, le permiten al técnico la posibilidad de contar con un hombre bien de área, con un porte importante (1,84 m) y que es referencia neta para su idea de atacar con extremos. El colombiano es del estilo de Lucas Alario, aunque con el valor agregado de una técnica más depurada. En sus primeros minutos con la banda roja quedó demostrado que al ex Palmeiras no lo pone colorado salir de su zona de confort si la jugada lo amerita (lo hizo en el segundo y en el tercer tanto de River contra Aldosivi).
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A Gallardo le llega un jugador con recorrido: 292 partidos en 11 equipos. Jugó en dos grandes de Brasil, tuvo una experiencia en Livorno de Italia y cuenta con 27 partidos en la selección mayor de su país (8 goles). Todos los centro delanteros del técnico más ganador de River Plate son de estilos diferentes. Esa es la versatilidad del entrenador que adaptó sus ataques según los recursos disponibles.
Jugó con dos hombres de ataque, con uno y con tres. Mezcló doble 9 y jugó sin referencia de área. Incluso las características de sus delanteros de área fueron distintas: pasaron Sebastián Driussi y Julián Álvarez, dos productos de la cantera que MG moldeó según sus necesidades. Ambos comenzaron siendo media puntas y terminaron como goleadores por la transformación del entrenador.
Borja es distinto a ellos y también se distancia de Rafael Santos Borré, su compatriota top scorer de la era de Gallardo. Sin tanta movilidad ni con la voracidad para presionar alto. Ignacio Scocco, otro fetiche del Muñeco, también es diferente. Técnico, goleador y de una viveza particular, tampoco coincide con las bondades del cafetero.
Lucas Pratto es el más similar, principalmente por ser más un jugador de referencia, aunque también se distingue en las virtudes técnicas. El héroe de Madrid es el otro gran 9 del ciclo no tanto por la cantidad de goles (26 en 109 PJ), sino por la importancia de los mismos.
El reciente mercado de pases dejó en claro que Gallardo sintió la necesidad de reforzar la ofensiva. Solari es extremo y Beltrán es más un segundo atacante. El nueve-nueve es Borja, que hasta recibió ese dorsal para lucir en su espalda tras la pesada herencia de Álvarez.
En la pizarra del entrenador empieza a marcarse el 4-3-3 con dos internos, un par de extremos y el faro de área. Beltrán partirá de un costado si tiene que compartir ataque con el colombiano, que necesita de jugadores que le generen espacios con sus diagonales (el gol de Beltrán tras pase de pecho del colombiano es un fiel reflejo).
Un dato de peso no menos importante: Miguel Borja es el segundo delantero de área más caro en la era Gallardo, superando los 3,5 millones de Borré, los 2,5 de Scocco y los 2 millones de Alario aunque lejos de los 11,5 que costó Pratto. En apenas 46 minutos con el Club Atlético River Plate , ya demostró que tiene condiciones para ser el 9 titular.
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