El problema que se compró Mikel Arteta con la llegada de Jorginho al Arsenal
Jorginho es un jugadorazo, pero en un equipo que funciona bien puede ser un problema
Jorginho es flamante jugador del Arsenal y eso significa, por el peso de su jerarquía, un salto de calidad para el plantel. Ahora bien, con un equipo tan consolidado y aceitado, que desfila en Premier y sigue adelante en Europa League, ¿Qué lugar tiene el italiano en el once de Arteta? La respuesta, con el perdón a su trayectoria, es ninguna.
Si hay un punto fuerte entre tantas bondades con las que cuentan los Gunners, es la zona de la mitad del campo. El entrenador encontró en el tándem Partey-Xhaka, el centro neurálgico de su juego, completado con el vértice del triángulo que es Odegaard.
Solo basta ir a los minutos de cada uno en la actual campaña para entender la extrema confianza que el joven adiestrador tiene en ellos: el suizo ha jugado el 95% de los minutos del torneo local (con tres goles y cinco asistencias) y el ghanés el 82%, con dos tantos en su CV personal.
Correr a uno para darle paso a un refuerzo es, del vamos, una jugada más que arriesgada. No porque Jorginho no esté a la altura, sino porque no hay que cambiar cuando el barco anda derecho. Es cierto que con el sprint final hacia el cierre de temporada, el italiano de 31 años puede darle aire y recambio para seguir peleando por la doble corona pero siempre que salte desde el banco.
Tácticamente, no hay lugar para que convivan los tres. Y si lo hubiese, sacrificar a Odegaard, Martinelli o Saka sería una verdadera locura. El 4-2-3-1 fetiche con el que Arsenal ha jugado todo los partidos tiene cada pieza en su lugar y no necesita de cambios, a menos que sean de fuerza mayor.
Ahora bien, ¿Soportará Jorginho ser suplente? En les blues jugó seguido, 18 partidos de los 20 que lleva el certamen y busca más ritmo en el mejor equipo de la actualidad. Sin embargo, la decisión de sentarlo a esperar su lugar puede generarle al entrenador un ruido interno en un vestuario que se destaca por su bajo perfil.
Una pregunta más, verso de competencia sana al margen. Si un refuerzo llega para mejorar alguna falencia: ¿Cómo tomaría el mejor doble cinco del torneo la decisión de fichar a Jorginho? Mikel Arteta, más que una solución, se compró un problema.