Guardiola enloquecido: su reacción con Ortega Moreno tras el empate final
El entrenador del City y una reacción inesperada con su arquero
Cuando parecía que la tormenta ya había pasado, el Manchester City se llevó un nuevo golpe. Los de Pep Guardiola no consiguieron sostener la ventaja de dos goles y acabaron igualando 2-2 con el Brentford que consiguió el empate agónico sobre el final. Un duelo que tuvo a los Cityzens como dominadores, pero que una vez más no pudieron sostener el resultado y se llevaron otro fiasco.
Un resultado doloroso para los visitantes, que tenían una chance clara de meterse en puestos de Champions League, pero que además dejó a las vista las clarísimas falencias defensivas del equipo, al que le hicieron dos goles prácticamente abajo del arco. Un puesto que viene siendo bastante cuestionado es el del guardametas, que ha rotado como pocas veces bajo las ordenes de Guardiola, ya que Ederson Moraes no convence.
Pero en esta ocasión, fue Stefan Ortega Moreno el titular y al que le acabaron encajando el empate agónico sobre el final. Un golpe durísimo para el equipo y para el alemán que una vez finalizado el encuentro se topó con su entrenador que tuvo una reacción particular. En una escena que no se termina de entender, en un primer momento Guardiola parece reclamarle al arquero por su accionar en los goles y parece estar totalmente enloquecido.
Primero lo toma de la cabeza y comienza a gritarle con cara de enojo, aunque luego ese mismo enojo parece transformarse en una suerte de motivación, bastante dificil de comprender al no tener disponible el audio de ese momento. Tal vez el propio Pep pueda aclarar lo sucedido, pero en principio parece estar bastante enajenado con Moreno.
No es la primera vez que se lo ve a Pep hablandole así a sus jugadores. Dando indicaciones y gritandoles una vez terminado el encuentro, aunque en muchos casos se lo observa luego de una victoria de su equipo. Una reacción que tal vez parece desmedida en estos casos, pero que puede significar algo muy distinto en este empate que amargó nuevamente al entrenador.