Brighton deja a Ten Hag hundido: le gana al United en la última jugada...
Manchester United ya perdió en la Premier League
Era la primera prueba de peso, de visitante y contra el siempre difícil Brighton. Y la realidad es que Manchester United no estuvo a la altura y volvió a ser lo que fue en la temporada pasada. El equipo de Ten Hag volvió a jugar mal, demuestra una debilidad defensiva alarmante y Brighton aprovechó todos los permisos que le dio en el partido. Brighton terminó ganando 2-1 con un gol sobre el final del partido.
En el primer tiempo, Brighton comenzó en ventaja con el gol de Danny Welbeck y antes del entretiempo, la ventaja pudo haber sido más abultada. Brighton siempre jugó mejor que el Manchester United y mereció más, pero solo se sostuvo 1-0.
En el complemento, con algunos cambios como el ingreso de Alejandro Garnacho y Zirkzee, Manchester United mejoró en ataque y consiguió el empate con un golazo de Amad Diallo (60). No obstante, eso no sería todo porque hubo una jugada tremendamente polémica.
Al minuto 70, Garnacho definía tras un centro de Diallo, pero sobre la línea, Joshua Zirkzee se lanzó y terminó definiendo sobre la línea, en fuera de juego, por lo que el gol de la ventaja quedó invalidado. Luego de todo ello, Brighton fue con todo por el triunfo y azotó al Manchester United.
En el minuto 95, tras un centro desde la izquierda, Joao Pedro se sacó la marca de De Ligt de encima y cabeceó en absoluta soledad para firmar el 2-1 definitivo. Ten Hag quedó congelado porque Joao Pedro quedó absolutamente solo y definió cruzado. Para Ten Hag, Brighton es un dolor de cabeza ya que de los últimos seis enfrentamientos, ganó cinco.
De esta forma, Ten Hag vuelve a estar cuestionado por los hinchas aunque ahora tendrán que soportar porque la temporada recién comienza y la salida del entrenador es imposible desde todos los aspectos, principalmente porque este equipo lo armó él.
Para Manchester United ahora se viene lo peor porque el próximo domingo, en Old Trafford, tendrá que enfrentarse al Liverpool de Arne Slot, en lo que se presenta como una prueba de fuego para su ciclo.