Lionel Messi le mandó un mensaje a Mbappé
Nueva columna de Ariel Senosiain sobre Lionel Messi y la Selección Argentina
Una vez más lo hizo. Nuevamente logró que el mundo hable de él. Hasta de un partido sin atractivos, con gran diferencia de jerarquía entre las selecciones, Lionel Messi puede hacer un momento inolvidable. De un partido sin historia generó uno histórico.
Difícilmente la goleada 5-0 de Argentina a Estonia haya podido servirle a Lionel Scaloni para sacar conclusiones en cantidad. Ratificó que su equipo es serio, que quiere ganar todos los partidos y que desea tanto la pelota que se comprometen todos para recuperarla. Pero la debilidad del rival no le sirvió ni para evaluar si Alexis Mc Allister puede ser una opción como volante central. Incluso la duda de quién es el 9 suplente continúa. Más allá de todo, siempre está Messi.
Hace cuatro años, llegó a Rusia muy bien en lo físico. Se había desafiado creyendo que podría ser "su" Mundial. Hace ocho, previo a Brasil 2014, su reinado era indiscutible. Volaba y convertía. Ahora, su marcha irregular en el PSG generó alguna duda. Se pone la camiseta de su selección y todo cambia. La expectativa pasa a ser la de siempre.
Justo luego de que su compañero Kylian Mbappé relativizara las chances de Argentina y Brasil, Messi tuvo una semana extraordinaria. Primero, lució desequilibrante e imparable contra Italia en Wembley. Luego, convirtió nada menos que cinco veces contra Estonia; un rival menor, claro, pero cinco veces al fin.
Mbappé se basó en que los sudamericanos no suelen enfrentar a selecciones europeas. Tiene razón: en el ciclo de Scaloni, Argentina sólo había enfrentado a Alemania. Sin embargo, Kylian omitió algo: las Eliminatorias europeas también están formadas por seleccionados como Estonia, a los que Francia suele ganarles para agrandar aun más la sensación de grandes candidatos para Qatar. Cuando tuvo dos adversarios europeos, Argentina los trituró. Con este Messi en llamas, no importa de qué continente es el rival.
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