Messi, un paso más cerca del Barcelona
Columna del periodista argentino Ariel Senosiain sobre el futuro de Messi
No hay más vueltas para darle al asunto: el ciclo de Lionel Messi en el PSG tiene fecha de vencimiento. A esta altura, ni un nivel esplendoroso en las fechas que restan jugar en la liga y un posterior título podrían cambiar las sensaciones. La derrota frente al Lyon y la resistencia de parte del público fueron nuevas muestras de que, si bien la historia empezó con todas las luces y esperanzas, el desenlace los encuentra cada vez más distantes.
Ya está. Messi no tiene ganas de seguir en Francia. Nunca estuvo convencido; en caso contrario, hubiese renovado apenas terminó el Mundial. Días atrás, Bitbol publicó que los papeles de su extensión de contrato estuvieron listos a fin de año. Sin embargo, quizás porque se dio tiempo para pensar con la cabeza fría sin dejarse llevar por ese diciembre tan emotivo, no firmó rápido como querían los qataríes dueños del club. Y hoy, nada hace creer que pueda continuar.
A Messi le hubiese encantado no irse del Barcelona. Había pensado alejarse en el 2020, la época del burofax, y tuvo que quedarse. Sentía, en ese momento, que su club de toda la vida no podía asegurarle el tono competitivo que siempre quiso. Quiso quedarse al año siguiente, después de ganar la Copa América 2021, y debió marcharse. Había pensado, entre una decisión y otra, que debía relegar las metas deportivas y anteponer las comodidades familiares. Ahora nadie imagina que realice otro cambio de vida en una nueva ciudad. Nadie supone que querrá adaptarse otra vez. Si se va de París, la lógica sería el regreso.
El problema es que el Barcelona debe destrabar los suyos: los económicos, básicamente. Tiene que desprenderse de futbolistas, achicar su masa salarial. Pero las negociaciones empezaron. El vicepresidente del club catalán, Rafael Yuste, lo reconoció el viernes pasado en conferencia de prensa. Se trata de alguien cercano al presidente Joan Laporta y habituado a brindar declaraciones. Sabía el impacto mundial que tendría una frase de ese tipo.
La MLS no es una opción para el corto plazo del argentino, más allá de que en Inter Miami siguen confiados con tenerlo pronto. La liga argentina, tampoco, pese a que los hinchas de Newell´s sueñen con que suceda. Tal vez surja otra alternativa en Europa, pero todo dependerá de que no llegue a un acuerdo con Barcelona. A Laporta no le quedará otra que hacer un reconocimiento más claro de por qué provocó su salida, la directiva tendrá que afinar el lápiz y Messi quizás deba bajar pretensiones salariales. Si todo eso sucede, el comienzo de la próxima temporada los encontrará nuevamente juntos. Algo que, después de los silbidos de hoy en el Parque de los Príncipes, parece más cerca que ayer.