¡Está loco! Las reacciones de los jugadores al golazo de Sánchez en la Final entre América y Monterrey
El descomunal remate de Richard Sánchez generó todo tipo de repercusiones en tiempo real, dentro del campo de juego.
El golazo que Richard Sánchez convirtió en la Final del Apertura 2024 de la Liga MX repercutió de mil maneras diferentes en los actores directos del partido. Las reacciones en tiempo real a la conversión del elemento paraguayo no tienen desperdicio. Es que lo del futbolista sudamericano fue descomunal, cuando a los 24 minutos de la primera etapa recibió el excelente pivoteo de Alejandro Zendejas y desde 30 metros sacó un remate espectacular que se convirtió en el 1 a 0 parcial del América sobre Monterrey.
El propio Sánchez
Apenas convirtió su golazo extremo, el firmante comenzó a correr sin rumbo definido. Inmediatamente después, comenzó a gesticular girando su dedo sobre la sien, manifestando un "estoy loco" o "esto fue una locura". Impresionante. Sin palabras.
La "Bomba", sobre la bomba
Otro que no pudo ocultar su admiración por el increíble remate de Richard Sánchez fue Henry Martin. El capitán de las Águilas fue testigo presencial en primera persona, porque si bien solicitó el pase antes del remate, una vez que el balón ingresó en el ángulo de Cárdenas, el goleador no pudo hacer más que agarrarse la cabeza con sus dos manos sin terminar de comprender lo que sus ojos acababan de ver.
La sonrisa de Malagón
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En el arco de enfrente, a 100 metros de distancia, Luis Ángel Malagón disfrutó del gol con una vista panóramica. El portero de los Azulcremas, una vez consumada la conversión, tomó agua, se secó con su toalla y le sonrió a la cámara con complicidad.
El abrazo del cuerpo técnico
En el banquillo del América, André Jardine le dio rienda suelta a su alegría, saltando y abrazándose con sus colaboradores directos. El timonel de las Águilas sabía que con ese golazo, su equipo se acercaba al tricampeonato. Y no estaba equivocado...
La frustración de Demichelis
En el banquillo local, la cara de Martín Demichelis lo decía todo. El estratega de los Rayados primero se quedó congelado, tratando de entender lo que acababa de suceder. Luego salió del molde y agarró una botella de agua, a la que le dio un tímido sorbo. El entrenador de la Pandilla quedó absorto.