El estado físico, una desventaja letal de Argentina
Nota opinión del periodista argentino Ariel Senosiain sobre la derrota de la Selección Argentina contra Arabia Saudita
Se hizo larga la espera del Mundial. Durante mucho tiempo, la sensación fue que la Selección Argentina necesitaba que llegara cuanto antes el comienzo del torneo que nos moviliza a todos. El equipo de Scaloni estaba, tanto en el juego como en los otros rubros, en un estado ideal. Pero el fútbol encuentra siempre imponderables. Y Argentina hoy sufre las consecuencias.
La noticia más fuerte fue la lesión de Gio Lo Celso, un jugador no tan valorado por la opinión pública pero considerado sin reemplazo por el cuerpo técnico. En horas, ya con la lista cerrada y el plantel en Qatar, quedaron descartados otros dos habituales citados: Joaquín Correa y Nicolás González. Pero además de estos casos, se sucedieron otros menores en las últimas semanas de las ligas.
Angel Di María, Juan Foyth, Leandro Paredes, Marcos Acuña, Cristian Romero y Paulo Dybala tuvieron lesiones que los sacaron de las canchas algunas fechas. No les impidieron llegar al Mundial, sí les sacaron ritmo de competencia. Es decir, dejaron atrás aquellas lesiones pero llegaron a Qatar con notoria falta de fútbol.
Se notó en la cancha. Dos de ellos, Paredes y Romero, fueron reemplazados. Dybala, que siempre puede ser importante en este tipo de partidos, no entró. La selección, en general, pareció un equipo gastado. Sumado el golpe anímico sufrido en el segundo tiempo, la mezcla fue letal.
También habría que hacer eje en Lionel Messi. La información oficial es que no tiene problemas. Que aquella inflamación en el tobillo no le impide estar a pleno. No pareció. Le faltó arranque, perdió algunos duelos individuales y en el final, cuando había sufrido un golpe, no quiso encargarse de una pelota parada.
Un torneo así se consume muy rápido como para dar ventajas en lo físico. Así luce la Selección Argentina, justo cuando en ese rubro había mejorado desde Rusia 2018 hasta hoy. Se hizo larga la espera. Ahora estamos todos aferrados a resultados propios y ajenos para que no se haga corto el Mundial.