La carta de fútbol de una mujer a su pareja
Una mujer cuenta cómo es el fanatismo de su pareja.
Una mujer cuenta cómo es el fanatismo de su novio, hincha de Banfield, club de Argentina.
"Me gusta. Me gusta verlo insultar a los gritos frente al televisor, aunque sepa que nadie más que los vecinos puedan escucharlo; me encanta que después de cada arrebato me pida perdón por su comportamiento y me lo justifique diciendo: "Es el tala, amor". Me fascina que no le importe nada, que haya días que esté más preocupado por ganarle a Lanús (clásico rival) que por el devenir de su vida. Me divierte que defienda su pasión y lo haga siempre con frases que me dejan sin dudas. Me da envidia.
Ningún sentimiento me duró tanto como a él el amor por el fútbol, ni un enamoramiento, ni mi fanatismo musical. Yo no adoro nada desde la infancia, no tengo algo que me haga levantar con ilusión una vez a la semana pero él es capaz de volverse antes de las vacaciones, perderse un bautismo, de viajar cientos de kilómetros en un colectivo escolar del conurbano junto a hinchas desconocidos que seguro toman fernet con coca en una botella de plástico cortada, de gastarse miles de pesos en horas nada más ir a ver a Banfield.
Lo quiero porque es libre, porque se arremanga y se embarra cada vez que la vida se lo exige. Y porque no tiene vergüenza, porque cuando juega su equipo es hincha, goleador, director técnico, presidente, verdugo, mandamás... un viento de acero capaz de abrir la tierra para arrancar de raíz los árboles".
Extracto de la carta publicada en La Nación por Dolores Caviglia -