En 2012 firmó su testamento porque se moría y hoy es uno de los más caros del mundo
En 2012 firmó su testamento porque se moría y hoy es uno de los más caros del mundo.
Es uno de los mejores defensores del planeta y también el más caro. Tanto, que el Liverpool pagó por él al Southampton la cifra de 83 millones de euros (75 millones de libras) superando al francés Mendy, del Manchester City.
Pero antes de ser una súper estrella, Virgil van Dijk sufrió un ataque de salud a su cuerpo en 2012, cuando jugaba en el Groningen, y que por no ser atendido como correspondía, casi le cuesta la vida.
Van Dijk enfermó tras un juego por la liga de Holanda, pero los médicos del equipo pensaron que era algo leve y solo lo hicieron hacer reposo en casa, hasta que más tarde se descubrió que tenía apendicitis, peritonitis y una infección en uno de sus riñones.
Su madre lo visitó y al verlo en tan mal estado, lo cambió de hospital, acción que resultó ser crucial para la salud de Virgil. Su cuerpo y su salud estaban tan deteriorados, que decidió firmar su testamento dejando todo a su madre, en caso de que pasara lo peor.
"Si me moría, todo el dinero iría a mi madre, no había dudas, pero tenía que firmar los papeles, lo peor podía suceder en cualquier momento" recuerda van Dijk en una entrevista en ese mismo año 2012.
Tras una cirugía, se recuperó durante los últimos dos meses de la temporada 2011-2012 y poder volver a ser el futbolista alto y potente que era.
El resto es historia. Luego del Groningen pasó al Celtic, luego al Southampton y desde enero del 2018 es uno de los jugadores más importantes del Liverpool que pelea por ganar la actual Premier League 2018-2019.