La historia de Luciano Spaletti, desde abajo hasta la gloria con el Napoli
La historia de Luciano Spalletti como DT, de menor a mayor
Luciano Spaletti es el hombre del momento, el padre de la criatura. De su mano, Nápoli volvió a ser campeón después de 33 años en lo que fue una gesta inolvidable del equipo del sur de Italia.
Está bien que todos los flashes se vayan con el hombre de 64 años porque rompió una eterna racha adversa de su equipo y lograó el título más importante de su carrera que le era esquivo.
Sin embargo, hay un contraste fuerte en su vida futbolística que dista mucho del Spaletti jugador al Spalletti entrenador: tuvo un paso sin pena ni gloria con los pantalones cortos en su mayor parte en Empoli y deambuló en las categorías de ascenso, pero luego como técnico ha moldeado una carrera increíble.
Claro, sin el marketing de técnicos mundiales como Guardiola o Ancelotti pero con resultados que tranquilamente pueden estar a la altura de un adiestrador internacional.
Con Empoli, el club de sus amores, logró dos ascensos llegando de Serie C a la Serie A, aunque en la élite de Italia su primera gran marca fue con Udinese, cuando logró en la temporada 2004-2005 clasificar a Champions siendo cuarto en liga.
Gracias a su constante crecimiento, Roma se lo llevó en el 2006 y en el equipo de la capital dejó una tremenda gesta. Ganó dos Copa Italia, una Supercopa Italia y logró que por primera vez en la historia el equipo llegara a cuartos de final de Champions League, eliminando, ni más ni menos, que al Real Madrid en octavos.
De allí se dio su primera experiencia fuera del país: Zenit de Rusia lo contrató, y logró cuatro títulos (dos ligas, una Copa y una Supercopa) en el único impasse cruzando la frontera. Tras su aventura en el exterior, retornó a la Roma donde cumplió con dos muy buenas campañas haciendo podio y clasificando otra vez a Champions.
En cuanto a jerarquía de equipos, Inter de Milán fue sin dudas su pico y si bien tuvo campañas importantes, no pudo consagrarse campeón; lo que terminó marcando su salida con algo de gusto a fósforo, sabiendo internamente que pudo dar más.
La llegada de Spalletti a Napoli
Luego de un tiempo alejado de los bancos de suplentes, Spaletti volvió al ruedo contratado por Nápoli. Capaz de moldear un equipo ganador y competitivo, acertando con los refuerzos que hoy ya son figuras mundiales y bajando un claro mensaje, el equipo del sur terminó de redondear una actuación histórica tanto en Champions League como en Serie A.
Spaletti tuvo que lidiar con las bajas de peso que significaron las partidas de Koulibaly, Milik y Fabián Ruiz, sin embargo, eligió perfecto con nombres casi desconocidos como reemplazos.
A nivel continental ganó su grupo y terminó quedando fuera en cuartos de final ante Milan y en el plano local consiguió una campaña histórica qué coronó al equipo campeón con seis fechas todavía por jugar, a eternos 16 puntos de la Lazio.
Las formas del triunfo son un párrafo aparte. Nápoli fue un equipo que terminó en estado de ebullición y si bien es cierto que no es un plantel largo en nombres, los que ejercieron de pieza de recambio siempre estuvieron a la altura.
De los once titulares del equipo de gala, nueve salieron de memoria durante toda la extensa campaña: el arquero Meret fue indiscutido y en defensa, Di Lorenzo de lateral derecho y una zaga central que está a la altura de las principales del mundo formada por Rrahmani y Kim, siempre fueron fija.
En el lateral izquierdo, Mario Rui tuvo en el uruguayo Olivera alguien en quién descansar y el medio campo de Anguissa, Lobotka y Zielinski fue inamovible.
Arriba, el salto de calidad enorme de Kvaratskhelia y la letalidad de Osimhen tuvo un tercer partenaire de lujo que rotó entre Simeone, Politano, Elmas y Lozano.
La tenencia de pelota y la premisa de buscar el arco de enfrente jamás se negociaron. Es más, en el partido de regreso ante Milan por Champions League, el equipo tuvo 73% de posesión incluso con un jugador menos, algo que ya había manifestado ante Frankfurt en octavos (70%).
Tres volantes de buen pie, el desparpajo del georgiano, la velocidad del tercer punta y la bestia nigeriana de referencia fueron el ABC desplegado en ataque.
En Serie A, sus números son intachables: solo perdió tres encuentros en la campaña en la que fue el equipo más goleador y el menos goleado con una diferencia a favor de +46.
El plantel arrancó siendo el quinto en orden de valor de mercado con 447 millones y ahora, con la tremenda campaña, es el más caro de toda Italia con un precio de 629 millones según Transfermarkt.
Spaletti potenció jugadores como Kim (llegó por 18 millones y ya sale 50) y Kvaratskhelia (comprado en 11 que hoy tiene valor de 85) a los que no nadie tenía en cuenta en el mundo del fútbol y hoy son las figuritas a buscar en el mercado de pases de verano.
Y pensar que la barra brava del club no lo quería al punto de robarle su auto en señal de amenaza. Algo que el técnico minimizó y dejó de lado para cambiar los rumores y los agravios por uno de los títulos más celebrados en la historia del club y el más deseado por él.