Los cinco errores del Bayern Munich que le costaron la temporada
Eliminado en ambas Copas, con cambio de entrenador y refuerzos con nivel subterráneo, el gigante alemán no sale de la zona roja. Una sucesión de hechos erróneos que van camino al desastre.
Bayern Munich transita una tormenta que no ve la luz de salida. El bote está sumergido en una nube gris que no lo deja respirar y no hay golpe de timón que baste para salir adelante. Los dirigentes se equivocaron mal con el cambio de entrenador y los refuerzos van camino a chocar contra un iceberg en el desenlace del año deportivo.
Cambio de entrenador
Sin dudas, un manotazo de ahogado inexplicable. Jules Nagelsmann fue destituido del cargo en plena temporada, algo totalmente inusual en la política del club, para la llegada de Thomas Tuchel.
La variante, lejos de ser positiva, terminó siendo contraproducente. Tuchel fue eliminado de la Champions League (cayendo en cuartos de final contra Manchester City), quedó afuera de la Copa Pokal contra Friburgo y perdió el liderazgo de la Bundesliga a manos de Borussia Dortmund cuando quedan apenas cinco partidos para culminarla.
Lo llamativo es que en Champions, Nagelsmann ganó todos los partidos que disputó (los seis de la zona de grupos y el par de duelos contra Paris Saint Germain por octavos). Sin embargo, la caída contra Bayer Leverkusen que lo relegó al segundo lugar del torneo local colmó el vaso.
El ahora ex entrenador sacó el peor registro de puntos por liga en toda la década, igualando la campaña "desastrosa" de 2012, la última en la que el club no fue campeón local. Sin embargo, Tuchel en apenas siete partidos ya tiene la misma cantidad de derrotas que su antecesor (tres) y solo puede ganar un título de aquí al final de la temporada (Nagelsmann estaba en carrera por el triplete).
Partida de Robert Lewandoski
La salida del polaco se llevó, junto a él, todos sus gritos. El nueve fue goleador en siete de las últimas diez Bundesligas, anotando una cantidad de tantos sumamente importantes para la obtención de las diez coronas en fila. Por su peso, su experiencia y la ausencia de goles actuales, su partida es un cimbronazo que jamás pudo ser sanado.
Un ejemplo basta como muestra: en la pasada campaña local, el actual punta del Barcelona anotó 35 tantos en 34 partidos. En la actual, los dos goleadores del equipo son Musiala y Choupo-Moting que suman, entre ambos, apenas 21 tantos en 30 juegos.
Peleas internas
Sin dudas que el plantel no transitó su mejor relación. La bomba explotó post derrota ante Manchester City por Champions League por el golpe de Sadio Mané a Leroy Sané (la Comisión Directiva lo suspendió con una fecha y una multa económica).
Sin embargo, previo a eso también hubo otros cortocircuitos: la distante relación de Nagelsmann con los dos principales referentes de la plantilla durante su período: Lewandoski el año pasado y Manuel Neuer (quién puso el grito en el cielo por la decisión de expulsar del cargo al entrenador de arqueros Toni Tapalovic) también causaron desgaste.
A eso, se sumó el exceso de confianza entre el ex director técnico y el capitán Joshua Kimmich, algo que a más de un integrante del plantel le molestó de sobremanera.
Incorporación de Yann Sommer
La grave lesión del capitán Manuel Neuer mientras esquiaba no solo causó molestia en los directivos, también generó un vacío imposible de cubrir en el equipo. Al arquero alemán le marcaron apenas 11 goles en 14 partidos y el equipo solo perdió uno de esos juegos (con Ausburgo por Bundesliga).
La llegada de Yann Sommer desde Borussia Monchengladbach estuvo lejos de las expectativas: ya le han marcado 26 veces en 20 encuentros y el Bayern perdió con él en la valla en cinco oportunidades (0-3 con City y 1-2 ante Friburgo, las más dolorosas).
El refuerzo que no estuvo a la altura
Sadio Mané estaba llamado a ser el sucesor de Robert Lewandoski. No tanto por el puesto en la cancha, pero si por la dimensión de su jerarquía y el peso de su figura ganada con la camiseta de Liverpool.
Lejos de eso, el nivel del delantero ha sido subterráneo porque solo marcó 12 goles en 34 partidos. Sus porcentajes también son preocupantes: jugó el 49% de los minutos en Bundesliga y el 61% en Champions League y solo participó en un 14% y 18% de los goles del equipo, respectivamente. Poco para la inversión de 32 millones y la confianza que los directivos depositaron en él.
La racha que puede cortarse
Eliminado de Champions League y de la Copa Alemana, Bayern Munich solo tiene por delante la Bundesliga, donde hoy es escolta a un punto de Borussia Dortmund con quince por jugar.
La última vez que el club cerró una temporada sin la obtenció de al menos uno de esos tres títulos fue en 08/09 con Jurgen Klinsmann (segundo en Bundesliga y afuera en cuartos de las dos Copas), hace exactamente, 14 años.