Tiene hoteles, aviones, más de 3.500 millones de dólares y está llevando a la Roma a la grandeza
Daniel Friedkin compró el club capitalino para intentar replicar su éxito empresarial en el deporte.
De jugar con avioncitos de juguete a dirigir un emporio de empresas, entre ellas un club de fútbol. Comenzó su recorrido con 35 años y no paró de generar éxito. Daniel Friedkin es el dueño de la AS Roma pero tiene una larga trayectoria como empresario exitoso.
Su camino vinculado al mundo de los negocios nació por herencia: su padre Thomas fundó la prestigiosa Gulf States Toyota, una empresa dedicada a la distribución de la reconocida marca automotriz por Texas, Arkansas, Lousiana, Mississippi y Oklahoma.
Tuvo la opción de chocar la Ferrari y fundir la máquina familiar de generar millones, nada más alejado de la realidad. Un incipiente y ambicioso Daniel la potenció dentro del núcleo de Friedkin Group, un pool de negocios que también está destinado a la industria cinematográfica y hotelera que le ha permitido amasar una fortuna de 3400 millones de euros, según Forbes.
De su padre, además de la profesión, heredó la pasión por la pantalla grande y por los aviones. Imperative Entretainment es uno de los tantos tentáculos de este pulpo monstruoso. Gestó éxitos como La Mula (Clint Eastwood) o Todo el dinero del mundo (Ridley Scott). Es más, fue la encargada de distribuir la premiada Parasites por Estados Unidos, el filme chino ganador del Oscar.
En su garaje estelar tiene más de 40 aviones, no solamente de transporte, sino también de guerra (su padre estuvo en la segunda Guerra Mundial). Cuatro Supermarine Spitfire y modelos de F-86 Sabre, F6F, F8F, F4U-4 y Hawker Hurricanes, son algunos ejemplares.
Con el objetivo de ampliar su espectro al rumbo deportivo, la adquisición de AS Roma viene a intentar mejorar las experiencias frustradas con el básquet y el fútbol: intentó comprar el Houston Rocket de la NBA en 2017, algo que no logró (debió contentarse con que el estadio se llame Toyota Center), algo similar al Toyota Stadium de Dallas FC.
Sin embargo, el sueño de comprar un club se materializó con AS Roma. Tras varias reuniones, el magnate se hizo con el 86,6 % de las acciones en 591 millones de euros. El equipo capitalino ya estaba en capitales privados desde 2012 tras la compra de James Pallotta, quien jamás pudo ser campeón y solo inició el sueño del estadio propio.
Antes de ir por el objetivo de volver a ser campeón para sumar una nueva estrella, está el proceso de ordenar a un club que tuvo enormes problemas económicos.
Una vez acomodado el tema financiero de la Roma, el objetivo será dar pelea, como ya hizo en la obtención de la Conference League 2022. Trajo a Pedro y Romelu Lukaku, nombres fuertes con los que intentará replicar su éxito empresarial en el deporte.